Si estás considerando hacer el cambio a la movilidad eléctrica, quizás te gustará saber que el mantenimiento de un coche eléctrico es mucho más económico que uno de combustión interna de gasolina o diésel. Concretamente, puedes ahorrar hasta un 40%.
Los coches eléctricos son más eficientes energéticamente, más silenciosos y su impacto ambiental es casi inexistente mientras circulan. Pero también son más amigables con tu bolsillo cuando se trata del mantenimiento.
De entrada, hay que tener en cuenta que un coche eléctrico carece de piezas que tienen a desgastarse más en el tiempo como son la correa de distribución, las bujías o los pistones. Además, tampoco hay que hacer cambios de aceite o filtros.
Por otro lado, los frenos también tardan más en degradarse gracias a la frenada regenerativa. Ello permite ahorrar entre 100 y 300 euros en cada cambio.
Por no hablar del combustible. Cada kilómetro recorrido es siempre más barato con un coche eléctrico que con un modelo con motor térmico. Y más con las subidas que se han producido en los precios del combustible en los últimos tiempos.
La parte negativa la encontramos en dos elementos. Uno de ellos son los neumáticos, que pueden tener un desgaste mayor. El otro es la batería. Las marcas suelen dar garantías de entre ocho y diez años o hasta 160.000 kilómetros. Aunque dependerá del trato que le des. Por ejemplo, si sueles dejar que se agote o la cargas hasta el 100% a menudo, se degradará antes de tiempo
Con todo, según el Departamento de Energía de los Estados Unidos, el mantenimiento de un coche eléctrico puede ser un 40% más barato. Incluso los neumáticos, aunque su desgaste pueda ser mayor, no se llevan tanto de tu economía.