En Skoda, una de las marcas del grupo Volkswagen, tienen muy claro que, por mucho que en un futuro no muy lejano los modelos 100 × 100 eléctricos vayan a ser los que dominan las carreteras a nivel mundial y, especialmente, las carreteras europeas, hoy en día siguen siendo los motores de combustión los que mayores alegrías les dan a nivel de ventas.
Es más, tan solo hace falta ver la oferta de modelos eléctricos y la oferta de modelos de combustión en el catálogo del fabricante checo para darse cuenta de hacia qué lado se inclina la balanza.
Una apuesta por los motores de combustión, ya sean de gasolina o diésel, que no va a cambiar a corto plazo, al menos no en una marca como es, que, de hecho, ha presentado recientemente a dos nuevas generaciones de dos modelos, el Superb y el Kodiaq, de la mano de motores de combustión.
En este sentido, no ha sido otro que el máximo responsable de la marca, Klaus Zellmer, el que en unas recientes declaraciones ya ha dejado muy claro que su idea pasa por seguir apostando por los motores de combustión más allá de tener una oferta de modelos con motores hibridados.
“Ofreceremos a nuestros clientes lo que pidan: desde motores diésel y de gasolina, pasando por híbridos suaves o híbridos enchufables hasta vehículos eléctricos de batería. Para nosotros no se trata de competir por el último motor de combustión, sino de poner en el centro los deseos de nuestros clientes”, ha apuntado.
Si bien es cierto que es una postura que se aleja de la de otros fabricantes que ya han anunciado que van a ir con todo a por los eléctricos, no deja de ser una postura muy lógica teniendo en cuenta que, al final, las cifras de ventas son las que mandan hoy en día en España y en Europa.