¿De qué color es el nuevo color que tendrán los semáforos y qué significará?
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La cuarta luz podría ser de color blanco
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La idea es ayudar a la circulación de vehículos autónomos
Verde, amarillo y rojo. Son los colores de los semáforos comunes. Todo el mundo, conductores y usuarios de la calzada, conocen a las mil maravillas el significado de cada uno de ellos. Ahora, sin embargo, parece que habrá que añadir una nueva luz y, por lo tanto, un nuevo color. El blanco puede hacer acto de presencia en los diferentes semáforos del mundo, y el objetivo es muy claro: ayudar a la circulación de los vehículos autónomos.
Esta propuesta, la de ampliar la gama de colores en los semáforos, la lanzan desde Estados Unidos. Concretamente, desde la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Tal y como explica dicho estudio, la luz blanca ayudaría a guiar a los coches autónomos. Vehículos que funcionan y circulan sin la necesidad de que haya un conductor interviniendo y tomando decisiones. Sería, por lo tanto, una conexión inalámbrica entre semáforos y vehículos para que la circulación sea más fluida.
Las normas de circulación también afectan a los #peatones.
✅Al cruzar una calle, elige siempre un paso regulado (con marcas viales, semáforos o agentes de tráfico). Si no lo hubiera, por el lugar que tenga mejor visibilidad.#SeguridadVial pic.twitter.com/JlNmZRQ6C9
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) June 15, 2023
La cuarta luz sería de color blanco
Lo que es importante tener en cuenta es que las luces ya conocidas -verde, amarillo y rojo- seguirán teniendo el significado de toda la vida. No cambiará nada en absoluto. La propuesta de Estados Unidos es clara: cuando en una intersección se junten varios coches autónomos el semáforo encenderá la luz blanca para ellos y estos coches seguirían su camino. El objetivo es bastante claro, y es para que estos vehículos no lleguen nunca a chocarse entre ellos.
Ali Hajbabaie, coautor de este estudio, da su visión sobre la propuesta de añadir un nuevo color a los semáforos. "Los vehículos mejorarían la fluidez del tráfico, independientemente de la presencia de la fase blanca. En segundo lugar, si hay coches autónomos presentes, la fase blanca mejora aún más la fluidez del tráfico. Esto también reduce el consumo de combustible, porque hay menos tráfico de parada y arranque. En tercer lugar, cuanto mayor sea el porcentaje de vehículos en una intersección con fase blanca, más rápido circulará el tráfico por la intersección y mejores serán las cifras de consumo de combustible", explica.