La pasada semana, Pedro Sánchez lanzó la siguiente afirmación para presentar su plan de fiscalidad: “Más transporte público y menos Lamborghinis”. El tema ha sido objeto de debate entre los ciudadanos españoles. Cañizares, en el Tertulión de los Domingos de la COPE, habló sobre el Lamborghini.
Juanma Castaño, moderador del programa, le preguntó sobre la marca italiana de automóviles. “Cañete, tú como exfutbolista… ¿Lamborghinis has tenido alguno?” El exguardameta fue muy conciso en su respuesta: “No.”
A continuación, elaboró. “He tenido otras marcas. Más de Porsche, me gusta más la tecnología alemana. Más fiable”, explicó. Además, añadió que, como ya no es futbolista, no tiene este tipo de bólidos. “Ya no soy futbolista y no tengo Porsche. Ahora tengo una autocaravana fantástica”, concluyó.
El presidente del Gobierno de España pretende subir los impuestos a los ciudadanos con más ingresos para terminar así con el desequilibrio económico. “Los niveles actuales de desigualdad son excesivos. Limitan nuestra libertad como individuos. Se juega con las cartas marcadas. Por eso vamos a acotar los privilegios de las élites y vamos a gravar a los que tienen dinero para vivir 100 vidas. Lo haremos para proteger a las clases trabajadoras de un sistema injusto”, explicó.
Con esta afirmación de “Más transporte público y menos Lamborghinis” se ha generado polémica. La marca italiana solo ha vendido 34 vehículos en todo lo que va de año en España. El coche más vendido es el Dacia Sandero, uno de los vehículos más económicos pero que ha sufrido una subida de precio exponencial durante los últimos cursos.
Además, tal y como informa el diario web Autopista, cada vez que se vende un Lamborghini se genera una enorme recaudación fiscal en España. Cuando se compran este tipo de vehículos se gravan con un 21% de IVA. A esto hay que sumar “un 14,75% en Impuesto de Matriculación al ser superdeportivos con unas altas emisiones contaminantes de CO2”. En términos generales, la carga en impuestos de la compra de este vehículo es de “35,75%”, por lo que Hacienda se lleva una “cifra próxima a los 100.000 euros por unidad”.