El mundo de los vehículos eléctricos (EV) está en constante evolución, y la carrera por desarrollar la batería definitiva es cada vez más intensa. Aunque marcas como Tesla o fabricantes premium suelen estar en el foco de atención, la revolución en este campo podría venir de una marca inesperada: MG, el fabricante británico ahora bajo control del gigante chino SAIC Motors.
En los últimos años, MG ha ganado terreno en Europa y España, destacándose por ofrecer coches más asequibles que sus competidores directos. Pero no solo es el precio lo que está poniendo a esta marca en el radar. La verdadera revolución viene con el desarrollo de baterías de estado sólido, una tecnología que promete cambiar el panorama de los EV.
Aunque muchos fabricantes, como Volkswagen y Toyota, están trabajando en esta tecnología, se esperaba que las primeras baterías de estado sólido no llegaran al mercado hasta finales de la década. Sin embargo, SAIC ha dado un paso adelante, y uno de sus directivos ha confirmado que MG podría lanzar su primer modelo con esta tecnología en 2025, mucho antes de lo previsto.
Las baterías de estado sólido ofrecen una mayor densidad energética, lo que se traduce en una autonomía superior sin aumentar el tamaño o el peso de la batería. Además, son más seguras y permiten una carga mucho más rápida. Un prototipo de SAIC, el sedán IM Motor L6, ya ha demostrado el potencial de estas baterías, alcanzando una densidad de 368 Wh/kg y ofreciendo más de 1.000 kilómetros de autonomía.
Uno de los mayores desafíos de esta tecnología es su alto coste. No obstante, SAIC está trabajando en soluciones como el alquiler de baterías, similar al modelo implementado por NIO en China. A largo plazo, la producción en masa de estas baterías podría reducir sus costes hasta en un 30% respecto a las actuales baterías LFP. Con esta tecnología, MG está preparada para marcar un antes y un después en la industria de los EV, demostrando que la verdadera revolución no siempre viene de los gigantes más conocidos.