Lo más futurista de Volkswagen ya es una realidad
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Volkswagen adelanta el futuro con el Gen.Urban, un coche eléctrico con conducción autónoma
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Por el momento es un prototipo, pero Volkswagen quiere convertirlo en un proyecto viable
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Volkswagen, una de las marcas más emblemáticas del mercado automovilístico, está liderando el camino hacia el futuro con su apuesta decidida por la conducción autónoma. A pesar de que muchos asocian las innovaciones tecnológicas con fabricantes más especializados en vehículos eléctricos o de lujo, la marca alemana ha demostrado que también está a la vanguardia en esta revolución, con el desarrollo de sistemas avanzados de conducción autónoma.
La conducción autónoma, aunque hoy parece un concepto futurista e incluso riesgoso para algunos, se perfila como una de las tecnologías que transformará por completo la industria automovilística en los próximos años. Volkswagen ha reconocido este potencial. Y ha comenzado a invertir fuertemente en proyectos que permitirán que los vehículos no solo se conduzcan por sí solos en autopistas, sino también en entornos urbanos, donde los desafíos son mucho mayores debido a la complejidad del tráfico y los imprevistos.
Volkswagen ya está probando el coche del futuro
Uno de los modelos clave en esta estrategia de innovación es el Gen.Urban. Se trata de un vehículo totalmente eléctrico que está siendo utilizado para probar la conducción autónoma de nivel cuatro. El Gen.Urban tiene dimensiones similares al popular ID.3 de Volkswagen. Pero no está destinado a ser un modelo de producción en masa. En cambio, se trata de un prototipo diseñado específicamente para experimentar con los diferentes niveles de autonomía. Ello permite a Volkswagen realizar pruebas avanzadas y afinar esta tecnología.
Las primeras pruebas se están llevando a cabo en un entorno controlado, en las cercanías de una de las sedes principales de la compañía. Aunque estas pruebas aún son limitadas, ya han demostrado que Volkswagen está profundamente comprometida con el futuro de la conducción autónoma. Si bien aún faltan años para que estos sistemas sean rentables y accesibles para el gran público, el hecho de que una marca tan poderosa esté invirtiendo en esta tecnología es un claro indicador de que confía en su viabilidad a largo plazo.
Uno de los principales desafíos a los que se enfrenta Volkswagen, y el sector en general, es el costo. El desarrollo y la implementación de la conducción autónoma requieren una enorme inversión, lo que podría retrasar su masificación. Sin embargo, Volkswagen está convencida de que, con el tiempo, esta tecnología será una parte esencial de nuestra vida diaria.