Se acabó: Volkswagen pone fecha de defunción a su modelo más emblemático

Europa está atravesando una transformación profunda en el sector de la movilidad, marcada por la caída de la demanda de automóviles tradicionales y el auge de nuevas alternativas. Este contexto ha obligado a fabricantes históricos, como Volkswagen, a replantear sus estrategias y adaptarse a un mercado cada vez más competitivo y cambiante. La transición hacia modelos eléctricos y sostenibles no solo afecta a la tecnología, sino también a la estructura industrial y laboral de la marca.

Volkswagen enfrenta un panorama difícil, con una disminución en las matriculaciones de casi cinco millones de unidades en comparación con hace una década. Factores como la competencia de Tesla y el desinterés por los coches tradicionales han llevado a la marca alemana a tomar decisiones drásticas. Entre ellas, destaca el cierre de líneas de producción, el despido de más de 35.000 empleados en Alemania y la reorganización de su estructura industrial para mejorar la eficiencia.

Volkswagen se lleva el Golf a México

Una de las decisiones más simbólicas es el traslado de la producción del Volkswagen Golf, un modelo icónico, desde Wolfsburgo, su cuna histórica, a Puebla, México, a partir de 2027. Este movimiento marca un cambio de era, ya que el Golf, tal como lo conocemos, dejará de fabricarse en Europa. En 2028, se espera el retorno del Golf, pero en una versión 100 % eléctrica, un cambio que podría redefinir su identidad en el mercado.

A pesar de esta apuesta por la electrificación, las ventas de los modelos eléctricos actuales de Volkswagen, como el ID.3 y el ID.4, han sido decepcionantes. Esto pone en duda si el nuevo Golf eléctrico podrá alcanzar el éxito que sus predecesores lograron durante décadas. Tesla y Toyota, líderes en electrificación e híbridos, respectivamente, son rivales que Volkswagen no puede ignorar.

El Golf actual será el último tal y como lo conocemos

Algunos expertos sugieren que un modelo híbrido podría ser una alternativa más adecuada para el Golf, considerando el éxito de vehículos como el Toyota Corolla. Sin embargo, Volkswagen ha decidido ir a contracorriente, apostándolo todo por la electrificación, incluso si esto implica riesgos significativos.

El futuro del Golf es incierto, pero una cosa es clara: deberá ser eléctrico o dejará de ser relevante. Con esta transición, Volkswagen se enfrenta al desafío de mantener viva la herencia de un modelo legendario, adaptándolo a las exigencias de una nueva era de movilidad.