Quien busque un SUV premium que combine elegancia, tecnología y eficiencia, tiene en el Mercedes GLC una de las propuestas más completas del mercado. Con un precio de partida de 61.801 euros, no se puede decir que sea accesible, pero sí es justo afirmar que cada euro está bien invertido. Este modelo no solo mantiene el nivel que se espera de la marca alemana, sino que lo eleva con un equilibrio casi perfecto entre confort, diseño y equipamiento.
El GLC mide 4,72 metros de largo y presenta una batalla de 2.888 mm, lo que se traduce en un interior espacioso, cómodo y bien aprovechado. El maletero, con 470 litros de capacidad mínima y hasta 1.530 litros con los asientos traseros abatidos, lo convierte en una opción práctica para el día a día o los viajes largos. Su tamaño lo sitúa frente a rivales como el BMW X3, el Audi Q5 o el Lexus NX.
Uno de los grandes atractivos del GLC está en su equipamiento de serie, incluso en la versión más básica. Desde asientos calefactados y climatización automática, hasta un sistema de navegación MBUX con actualizaciones gratuitas durante tres años, pasando por conectividad 5G, Android Auto y Apple CarPlay, todo está incluido. Incluso dispone de proyección del logo en el suelo, luces LED High Performance y cámara de marcha atrás con ayuda al aparcamiento.
El apartado mecánico también está a la altura. La versión GLC 200 cuenta con un motor 2.0 de gasolina con 204 CV y 320 Nm de par, apoyado por un sistema mild hybrid (MHEV) que le permite obtener la etiqueta ECO de la DGT. Esta configuración se completa con cambio automático, tracción total, y un rendimiento más que solvente: acelera de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 221 km/h.
En carretera, este SUV destaca por su comportamiento dinámico, con una suspensión afinada para ofrecer un viaje cómodo y estable. El aislamiento acústico, la calidad de rodadura y el refinamiento general lo colocan como uno de los mejores de su categoría en términos de experiencia de conducción.
A nivel de calidad percibida, el GLC no decepciona. Cada material, cada ajuste, cada superficie transmite una sensación premium genuina. Desde los asientos en símil cuero ARTICO hasta los acabados cromados y las molduras en efecto rombos, el habitáculo demuestra por qué Mercedes sigue siendo un referente en lujo funcional.