El Ford Puma eléctrico es muy top, pero ¿mejor que el MHEV?

-
La nueva versión eléctrica del Puma amplía la gama de este SUV
-
Ford apuesta por un B-SUV eléctrico muy interesante
-
No nos podemos creer que el precio del Ford Kuga híbrido sea real
La llegada del Ford Puma Gen-E, la nueva versión completamente eléctrica del SUV urbano, marca un punto de inflexión frente al modelo Mild Hybrid (MHEV) ya consolidado en el catálogo de la marca. Ambos comparten plataforma, diseño y vocación práctica, pero difieren profundamente en filosofía mecánica y experiencia de uso.
El Puma Gen-E está impulsado por un motor eléctrico de 168 CV y 290 Nm de par, alimentado por una batería útil de 43,6 kWh. Homologa una autonomía de hasta 376 km en ciclo combinado, con cifras que pueden superar los 500 km en uso urbano. Acelera de 0 a 100 km/h en 8 segundos, con una velocidad máxima limitada a 160 km/h. Llama especialmente la atención su maletero de 566 litros, gracias a la inclusión del compartimento “GigaBox”, que amplía notablemente la capacidad de carga.

Por su parte, el Ford Puma MHEV recurre al conocido motor 1.0 EcoBoost de tres cilindros, asociado a un sistema híbrido ligero de 48V. Desarrolla 125 CV, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y una velocidad punta de 200 km/h. El consumo combinado se sitúa en torno a los 5,4 l/100 km, y mantiene una capacidad de carga de 456 litros, incluyendo el funcional compartimento “MegaBox”.
Diferencias clave en autonomía, precio y uso en este Ford Puma
Cabe destacar que el Puma eléctrico parte desde los 23.150 euros con descuentos y ayudas, pero su precio puede superar los 38.000 euros según el acabado. En cambio, el Puma MHEV tiene un precio inicial ligeramente superior, desde 24.312 euros, aunque en sus versiones más equipadas se mantiene por debajo de la barrera de los 30.000 euros.
En este sentido, la versión eléctrica ofrece una conducción más suave y eficiente, sin emisiones locales y con acceso total a zonas restringidas. Por otro lado, el modelo híbrido ligero conserva la ventaja de unos tiempos de repostaje muy inferiores y una mayor autonomía en trayectos largos. Por todo ello, cada opción responde a perfiles de uso distintos, manteniendo la misma base funcional y urbana del modelo original.