Ojo a lo que están preparando en BYD: nuevo golpe en Europa

-
Los chinos vienen con catálogos eléctricos, precios imbatibles y una visión de largo plazo
-
Lo que BYD y sus compañeras están tramando no es solo una amenaza, es una nueva revolución automotriz.
-
Tesla vuelve a ser el número 1, pero ojo porque BYD ya ha lanzado un primer aviso
La industria del automóvil en Europa se enfrenta a una sacudida sin precedentes. Mientras las grandes marcas tradicionales aún debaten cómo adaptarse a la nueva movilidad, BYD ya está ejecutando su siguiente movimiento: conquistar Europa desde dentro. Y no hablamos solo de ventas.
Con una primera oleada centrada en los vehículos eléctricos, los fabricantes chinos han irrumpido con diseños modernos, equipamiento tecnológico y precios muy por debajo de la competencia. Marcas como Chery, Great Wall o la propia BYD ya han ganado terreno en mercados clave como Alemania, Francia y España.

BYD prepara la estrategia final para Europa
Pero el verdadero plan va mucho más allá. Las primeras señales ya son claras: están preparando plantas de producción en suelo europeo. Esto no solo reduce los aranceles y acorta los plazos logísticos; también les permite acceder a ayudas estatales y posicionarse como actores locales. Una jugada maestra.
Al mismo tiempo, mientras Europa mira hacia Bruselas, los chinos ya están pisando fuerte en África. Países como Sudáfrica, Botsuana y Namibia se están convirtiendo en plataformas de prueba para nuevos modelos híbridos y térmicos. El objetivo es doble: expandirse allí y usar esos países como puentes de exportación.

También quieren marcar perfil en África
Sudáfrica, con su infraestructura desarrollada, es el epicentro de esta estrategia. BYD y otras marcas no solo buscan vender, sino también fabricar localmente, atraer inversión extranjera y cumplir con normativas que premian la producción nacional. El modelo es claro: repetir en África lo que están ejecutando en Europa.

Además, la apuesta no se limita a unas pocas marcas. Se espera que en los próximos meses se sumen nombres como Changan, Dongfeng y Leapmotor. El mensaje es contundente: quieren liderar el futuro del automóvil global. Y lo están haciendo desde múltiples frentes. Europa ya no puede ignorarlo. BYD y sus aliados no son visitantes: han venido para quedarse. Y esta vez, el golpe no será comercial, será estructural.