LEGO mete el turbo con el Bugatti Centodieci

LEGO vuelve a pisar el acelerador de la imaginación con su nueva joya para fanáticos del motor con el Speed Champions Bugatti Centodieci, una réplica en miniatura de uno de los superdeportivos más exclusivos del mundo.

Inspirado en el modelo real rinde homenaje al icónico Bugatti EB110, captura la esencia de la velocidad, el lujo y la ingeniería en solo 291 piezas.

El Bugatti Centodieci original, limitado a solo 10 unidades en el mundo, cuesta más de 8 millones de euros y alcanza los 380 km/h con su motor motor W16 de 1600 CV. Afortunadamente, la versión de LEGO tiene un precio muchísimo más asequible (26,99 euros) y solo corre el riesgo de despeinarte de emoción. A escala 1:20, el modelo destaca por su diseño aerodinámico, tomas de aire laterales, alerón trasero y detalles minuciosos que hacen honor a la marca francesa. Incluso incluye una minifigura de piloto con traje de carreras Bugatti, lista para tomar el volante y rugir por la pista... o la alfombra de tu casa.

La línea Speed Champions es conocida por combinar realismo y jugabilidad, y este Bugatti no decepciona. Perfecto para fans de todas las edades —aunque oficialmente recomendado a partir de 9 años—, es ideal tanto para jugar como para exhibir. ¿Quién dijo que solo los adultos pueden tener autos de lujo?

Además, LEGO ha logrado que el modelo sea compatible con otras construcciones Speed Champions, lo que permite armar carreras épicas entre marcas legendarias como Ferrari, McLaren o Porsche. Una forma de vivir la adrenalina sin salir del salón.

Montar el Centodieci no solo es un ejercicio de paciencia y precisión, sino también una experiencia inmersiva. Cada pieza encaja con propósito, reflejando el compromiso de LEGO con la calidad y la autenticidad. Para los puristas, hay detalles como las llantas con logos impresos, luces traseras fielmente recreadas y una silueta que recuerda a los hiperdeportivos del futuro.

Con este modelo, LEGO no solo conquista a los amantes del automovilismo, sino también a los coleccionistas y nostálgicos. Es una mezcla perfecta entre infancia y sofisticación. Y si alguna vez soñaste con tener un Bugatti, ahora puedes decir que al menos tienes uno... de plástico, pero con el mismo espíritu veloz.