Mercedes-Benz, y no es la única marca, suspende
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Las marcas no están cumpliendo con las normativas anticontaminación europeas
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Mercedes coloca en España el eléctrico más barato
Las grandes marcas europeas de automóviles se enfrentan a un problema serio. La normativa CAFE, que regula las emisiones medias de CO₂ de los coches nuevos, se ha convertido en un auténtico desafío. Aunque la Unión Europea suavizó las exigencias, muchas firmas están muy lejos de cumplir.
En teoría, el objetivo era claro: reducir las emisiones medias a 93,6 g/km entre 2025 y 2029, y a 49,5 g/km a partir de 2030. Sin embargo, la mayoría de los fabricantes no ha logrado alcanzar la cuota mínima del 20 % de ventas eléctricas que exige el nuevo marco. La única excepción, de momento, parece ser BMW, que supera el 24 % y roza el 40 % si se suman los híbridos enchufables.
La mayoría de marcas no cumple con la normativa CAFE
El resto, suspende. Y entre ellos destaca Mercedes-Benz, una marca históricamente asociada al lujo y la tecnología, pero que hoy está rezagada en electrificación. Su cuota de coches eléctricos ronda apenas el 15 %, muy por debajo de lo necesario para evitar las multas millonarias que llegarán si no mejora pronto.
La situación se repite en otros gigantes. Volkswagen avanza, pero sin llegar aún al objetivo: ha pasado del 9,8 al 16,8 % en un año. Renault, más enfocada en los híbridos, apenas alcanza un 12,7 % con sus eléctricos puros. Stellantis, grupo que engloba marcas como Peugeot, Fiat o Citroën, había prometido un 21 %, pero se queda en la mitad.
Solo BMW consigue un aprobado
El problema no es menor. Cada gramo de CO₂ excedido supondrá una sanción de 95 euros, multiplicada por el número total de coches vendidos. En empresas que matriculan cientos de miles de unidades, eso equivale a multas multimillonarias.
Algunas marcas ya estudian comprar créditos de carbono a fabricantes que sí cumplen, como BYD o Tesla, para compensar sus excesos. Pero eso solo aplaza el problema. Europa quiere una transición real hacia la movilidad eléctrica, no una contabilidad creativa. Mientras tanto, Mercedes-Benz y otros gigantes se ven atrapados en su propio ritmo. La electrificación avanza, sí, pero no lo suficiente. Y el reloj, esta vez, corre en su contra.