Mercedes acaba con el problema del GLA
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La marca alemana quiere reducir distancias entre el GLA y el GLC
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Mercedes lleva al CLA al siguiente nivel
Mercedes prepara el lanzamiento de la nueva generación del GLA con una clara intención: resolver el desequilibrio que existía frente al GLC, su hermano mayor. Durante los últimos años, el GLA no logró consolidarse con el mismo éxito comercial, en parte por una propuesta menos ambiciosa en términos de tamaño, habitabilidad y presencia. El nuevo modelo, previsto para 2027, da un salto significativo en estos aspectos para recuperar protagonismo en el competido segmento de los SUV compactos premium.
El rediseño afecta tanto al exterior como al planteamiento técnico. El nuevo GLA crece por encima de los 4,50 metros de longitud gracias a una mayor distancia entre ejes, lo que se traduce en un habitáculo más amplio y un maletero con mejor capacidad. Visualmente, adopta un estilo más decidido y sofisticado, con una parrilla frontal cerrada en sus versiones eléctricas, faros más estilizados y una trasera de líneas más limpias. El resultado es un modelo que ya no queda eclipsado por el GLC, sino que gana empaque propio.
Llama especialmente la atención la diversidad mecánica prevista. Mercedes lanzará en primer lugar una versión 100 % eléctrica, con configuraciones de uno o dos motores y batería de hasta 85 kWh, capaz de superar los 600 kilómetros de autonomía. A ello se sumarán variantes híbridas enchufables y motores gasolina, combinando bloques de 1.5 litros con asistencia eléctrica para alcanzar potencias entre 136 y 190 CV, algunas con tracción total 4MATIC.
Más tecnología, más espacio, más ambición
El interior también recibe una actualización profunda. El nuevo GLA integrará la última evolución del sistema MBUX, con pantallas de mayor tamaño y más funciones conectadas. El panel de instrumentos será digital de 10,25 pulgadas, mientras que la pantalla central alcanzará las 14 pulgadas, con opción de una tercera pantalla para el acompañante. La calidad percibida, la ergonomía y las posibilidades de personalización apuntan claramente al nivel superior.
Por todo ello, el nuevo Mercedes GLA no solo se reposiciona frente al GLC, sino que también gana argumentos frente a sus competidores directos. El problema de fondo, una propuesta más limitada que la del GLC pese a compartir cliente objetivo, parece haber sido abordado de raíz con esta renovación. El modelo deja atrás su condición de escalón de acceso y se convierte en una opción de pleno derecho dentro del catálogo SUV de la marca.