Comer frutas y verduras aumenta la felicidad y disminuye los síntomas depresivos
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Los beneficios comienzan a ser significativos a medida que se aumenta la ingesta
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Algunas de las que más benefician la salud mental son: cítricos, bayas o verduras de hojas verdes
Las frutas y verduras son un básico para llevar una dieta equilibrada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo de 400 g de frutas y verduras al día, que equivale a unas 5 raciones. Además del aporte nutricional, la evidencia científica ha demostrado que esta ingesta puede beneficiar a la salud mental, según una investigación publicada en la revista Nutrients.
Esta asociación se estudió para múltiples aspectos de la salud mental como por ejemplo calidad de vida y del sueño, estado ánimo, optimismo, ansiedad, trastornos psiquiátricos menores, síntomas depresivos, e incluso, intentos de suicidio.
Además este efecto no sólo se asoció con la ingesta de frutas y verduras enteras, sino también con sus derivados como zumos, frutas y verduras enlatadas, sopas o ensaladas.
A partir de las 6 piezas los efectos son significativos
Aunque con las 5 piezas diarias de frutas y verduras la asociación con la salud mental ya se aprecia, esta comienza a ser significativa a medida que se aumenta la ingesta.
A partir de las seis porciones diarias mejora el bienestar general, aumenta la felicidad y disminuye los síntomas depresivos. Este efecto se potencia al ingerir siete, ocho o más -combinadas con el desayuno y el resto de comidas principales, junto con uno o dos refrigerios por día-.
Frutas y verduras que más benefician la salud mental
Aunque todos los tipos de frutas y verduras se asociaron con una mejora de la salud mental, destacaron una mayor influencia al consumir las siguientes:
- Plátanos
- Manzanas
- Cítricos
- Bayas
- Pomelos
- Kiwis
- Zanahorias
- Lechuga
- Pepino
- Verduras de hojas verdes, especialmente espinacas
Tanto la ingesta de estas frutas y verduras específicas, como su generalidad, se asoció en el estudio con un alto nivel de optimismo, mayor nivel de autoeficacia, así como con un bajo nivel de angustia psicológica, ambigüedad y fatalismo por cáncer.