Las conductas suicidas en los servicios de urgencias y emergencias: en un año, los casos han aumentado un 30%
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Los servicios de urgencias ven al día entre 100 y 120 pacientes con ideas autolíticas
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Es más frecuente en personas de 65 años y más, jóvenes y adolescentes
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¿En qué consiste el Pacto por la Salud Mental?
En los servicios de urgencias se atienden entre 100.000 y 120.000 intentos de suicidio y 20.500 requieren hospitalización al año. A día de hoy, las conductas suicidas se sitúan entre los principales motivos de consulta en los servicios de urgencias y emergencias, y los expertos en la materia no tienen buenas noticias al respecto sino que estiman que esta situación empeore.
En los últimos cuatro años se ha registrado un aumento progresivo y exponencial de las conductas suicidas, de hecho, en el primer trimestre de 2024, en comparación con el mismo periodo de 2023, se ha registrado un incremento del 30% respecto al número de casos atendidos por conductas suicidas en los servicios de urgencias y emergencias.
Por cada persona que se suicida, entre 25 y 30 lo intentan al día y cinco requieren hospitalización, según estimaciones facilitadas a EFE por Tato Vázquez, presidente de SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias) y el coordinador del grupo de salud mental, Ricardo Delgado, en la víspera del día internacional de las urgencias y emergencias. Este último admite que los datos son "muy sensibles", hay un problema de "registro" y posiblemente ese aumento del 30 % es "inferior al real".
"Los pacientes son cada vez más jóvenes"
No hace falta tener un trastorno mental, para tener un comportamiento suicida. El 50% de la población experimentará tendencias suicidas moderadas-severas.
La crisis suicida es corta. Se estima que en el 50% de la población el pensamiento suicida dura 10 minutos.
Según explica a EFE Esther Gargallo, la médico del servicio de urgencias del hospital universitario Gregorio Marañón (Madrid) y miembro del grupo de salud mental de SEMES, en este centro hospitalario se asisten al día hasta cinco casos de personas con conducta autolítica o ideación suicida, "y lo llamativo es que los pacientes son cada vez más jóvenes".
Según Delgado, las cifras del Gregorio Marañón son extrapolables al resto de hospitales de España, lo que supone que, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid con importantes centros sanitarios se pueden estar viendo diariamente en los servicios de urgencias de 100 a 120 pacientes con ideas autolíticas, sin contar la asistencia de los servicios de emergencias.
Respecto al perfil del paciente que acude a urgencias tras una tentativa de suicidio, Delgado señala que es más frecuente en personas de 65 años y más, jóvenes y adolescentes.
La ingesta de medicamentos es lo más habitual
Estos expertos también coinciden en que la mayoría de personas que intentan quitarse la vida lo tienen planificado, dejan un mensaje y son descubiertos por sus familiares. Generalmente recurren a ingestas medicamentosas.
Para el coordinador del grupo mental de SEMES, frenar estas conductas suicidas requiere el impulso de la administración: "Es una tarea pendiente que no se soluciona con un plan de choque, necesita profesionales y presupuesto".
"Hay un plan nacional de 2017 que no se ha puesto en marcha y este es un problema que hay que afrontar, porque los fallecimientos por suicidio superan los accidentes de tráfico y los siniestros laborales incluso habiendo muertes que no llegan a registrarse", explica.
Esperan que la especialidad mejore la asistencia
El coordinador del grupo de salud mental de SEMES considera que la creación de la especialidad supondrá un paso para subsanar la falta de formación para asistir a estos pacientes complejos, por los recursos que precisan.
También Gargallo, del grupo mental de SEMES, explica que, hasta ahora, la formación de los profesionales es autodidacta, se adquieren conocimientos a base de experiencia y autoformación.
Con la nueva especialidad, que esperan esté aprobada en junio y eche a andar en 2025 con la convocatoria de las primeras 500 plazas MIR, se ofrecerá un aprendizaje reglado y homogéneo que redundará en la calidad asistencial. Delgado precisa que no hace falta solo formación a nivel de tratamiento, también a nivel preventivo: "El éxito para abordar esta epidemia no es la curación, es la prevención, porque al final quien lo quiera hacer lo va hacer, si no es mañana, es pasado".
Añade el coordinador de Salud mental de SEMES que cuando un paciente que ha intentado suicidarse llega a urgencias se le atiende y luego se deriva al psiquiatra. Los servicios de urgencias no tienen capacidad para hacer un seguimiento ni una prevención: "Eso es otro nivel asistencial".
El presidente de SEMES, Tato Vázquez, alude a una frase de científico y experto en suicidio Edwin S.Shneidman con la que intenta entender esta conducta: "El suicidio es una solución eterna para lo que a menudo no es más que un problema temporal".