Un coach, sobre la preparación del Real Madrid para la final de la Champions League: "La mente juega un papel clave, incluso más que el físico"

La cuenta atrás para la final de la Champions League ya ha empezado. Este sábado 1 de junio a partir de las 21:00 tendrá lugar el enfrentamiento entre el Real Madrid y el Borussia Dortmund para conseguir el que sería el 15º título del equipo madrileño o el 2º del alemán. Mientras que los aficionados ya cuentan las horas para el evento, los jugadores de ambos equipos trabajan para llegar al 100% al duelo decisivo.

Al igual que damos por hecho que la preparación física y técnica de cara a un partido tan decisivo es clave, la parte mental también lo es. "La mente juega el mismo o incluso un papel más importante que la parte física", asegura de forma rotunda, Enrique Jurado, coach y experto en Inteligencia Emocional, a ElDesmarque. En esta cuestión los países anglosajones nos llevan años de ventaja, aunque poco a poco los equipos profesionales, como es el caso del Real Madrid, ya lo están normalizando.

"En general, cualquier deportista de élite necesita hacer un trabajo mental y emocional. Dependiendo de la personalidad que se trabaje lo puede hacer un psicólogo, si es para trabajar un miedo o un trauma, o un coach, si el objetivo es desarrollar la parte de metas y de crecimiento", explica el profesional.

¿Cómo se trabaja mentalmente un partido tan importante?

Antes, e incluso a día de hoy en los equipos que no son de élite, era el entrenador el que hacía de "coach", pero esto se está profesionalizando y perfeccionando cada vez más ya que se han dado cuenta que "jugar un partido donde te juegas la credibilidad, la profesionalidad como jugador e incluso la carrera deportiva, como es el caso de la final de la Champions, puede generar una tensión desbordante que provoque agarrotamientos, bloqueos...", explica el experto en coaching.

Según este, un partido tan importante se trabaja mentalmente tanto a nivel grupal, plasmando las bases y los fundamentos que el propio quiere desarrollar, como a nivel individual. Esta última "es la parte que marca la diferencia ya que cada jugador es un mundo por su carácter, sus emociones, su identidad... Trabajar la parte interna de forma individual es fundamental para pertenecer al grupo".

"Para ganar el juego exterior hay que controlar el juego interior"

Enrique Jurado diferencia el juego exterior, el que cualquier persona puede ver, y el juego interior, los pensamientos y creencias que tiene cada jugador. "Si quieres ganar el juego exterior, tienes que ganar primero al interior limitando en la medida de lo posible las interferencias y el diálogo interno del ego, es decir, ser capaces de distraer al distractor", explica.

Está claro que a ningún deportista le gusta perder, y menos un partido tan decisivo, pero hay que saber que la derrota está dentro de las posibilidades. De hecho, "a los grandes futbolistas no les gusta perder, pero están dispuestos a ello y cuando pasa vuelven a pedir el balón", asegura el profesional. "Necesitas saber perder y conocer cuáles son tus límites... tienes que saber valorar la derrota y esta te va a hacer dar lo mejor de ti mismo", añade.

La preparación mental ante una posible prórroga o penaltis

En las finales, la prórroga o los penaltis son una situación posible con la que se tiene que contar, y por ende, trabajar técnica, física y mentalmente. En más de una ocasión, antes de empezar una prórroga se ha visto cómo los futbolistas estás físicamente cansados e incluso tienen hasta calambres y espasmos musculares. Esto también se puede trabajar mentalmente.

Los penaltis son la parte más clara dónde se ve que la menta es la que manda, por ello, a la parte interna hay que distraerla, pero la pregunta es: ¿Cómo distraes a la mente para que no tenga pensamientos intrusivos ni piense en nada? El coach da con la clave: "al tirar un penalti el futbolista tiene que pensar cosas tan banales como el color de la camiseta del portero, el color de sus botas, la marca comercial...de esta forma libera la parte interna y reduce las interferencias. Cuanto menos tiempo le demos al pensamiento derrotista mucho mejor", concluye el coach.