La "depresión" post-concierto: el estado emocional en el que se encuentran las fans de Taylor Swift

Meses y meses esperando a que llegara el gran día y en un abrir y cerrar de ojos se ha pasado todo. Esto es lo que ahora se les está pasando por la mente a muchas seguidoras de Taylor Swift, sobre todo a las "swifties". Seguro que muchas de ellas ansiaban por que llegara el día 29 o 30 de mayo para asistir al concierto de la cantante en el Santiago Bernabéu, sin embargo, ahora desearían retroceder en el tiempo para volver a pensar el look, a hacer las pulseras intercambiables entre los fans e incluso volver a estar haciendo cola durante horas para conseguir el mejor sitio en pista. Se trata de la "depresión" post-concierto.

Aunque este término no existe clínicamente como tal, teniendo en cuenta que la depresión es un trastorno mental bastante serio que debe ser diagnosticado por un experto en la materia y que se prolonga durante largos periodos de tiempo, sí que se puede hablar de un estado emocional que se genera tras una experiencia así y que produce una serie de síntomas psicológicos y físicos, asegura a ElDesmarque la neuropsicóloga clínica, Alba García.

Esto no es algo que ocurre en cuanto se acaba el concierto, sino que aparece a medida que van pasando las horas, ¿por qué? Durante el concierto -en este caso de Taylor Swift, pero podría ser de cualquier otro cantante- "la música y la atmósfera estimulan la liberación de dopamina -un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa-. Esta liberación puede durar incluso después del concierto, manteniendo una sensación de euforia", explica la profesional. Además de la dopamina, el organismo libera adrenalina, "lo que puede mantener ese estado de alta excitación incluso después de que el evento haya terminado", añade la misma.

¿Qué se entiende por "depresión" post-concierto?

Aunque la experta no utiliza el término "depresión" post-concierto, esta explica que "después de estas intensas experiencias emocionales, se produce una sensación de vacío emocional, es decir, un contraste muy marcado cuando regresan a su rutina diaria".

¿Hay una explicación fisiológica detrás? La realidad es que sí ya que "cuando los niveles de dopamina y adrenalina disminuyen, la caída puede provocar dicha sensación", además, "físicamente después de bailar, saltar y cantar, junto con la excitación general durante un concierto, podemos estar agotados y el cuerpo necesita un tiempo para recuperarse".

Asimismo, las relaciones con los fans también influyen ya que "después de la conexión emocional y social que han tenido con otras personas con los mismos gustos, al volver a la rutina y la disminución de la oxitocina -conocida como la hormona del amor- puede hacer que la persona sientan una desconexión temporal con personas de su círculo", concluye la neuropsicóloga.

Consejos para volver a la normalidad

El lado positivo es que dicho estado emocional se pasa y se supera; de las misma forma que las emociones positivas y agradables caducan también lo hacen las negativas. Para ayudar a que el organismo vuelva a la normalidad lo antes posible, la profesional recomienda seguir estos consejos:

• Hidratarse muy bien, teniendo en cuenta el gasto energético que se tiene durante el concierto
• Ejecutar estiramientos para aliviar el dolor muscular
• Hablar con amigos o personas que asistieron al concierto para ayudar a mantener ese sentimiento de conexión