Los alimentos españoles están contaminados por más de cien plaguicidas: estos son los efectos en la salud
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España ha liderado las ventas de plaguicidas en la UE durante años
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Se relacionan con graves enfermedades
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En España, la venta de plaguicidas está a la orden del día, de hecho, hasta 2022 era el país que lideraba las ventas de dichos productos en la Unión Europa; una reducción motivada por la sequía y por la prohibición de determinados plaguicidas por parte de la UE.
En esta línea, un reciente estudio realizado por Ecologistas en Acción con el nombre 'Directo a tus hormonas. Residuos de plaguicidas en los alimentos españoles' en el que ha analizado los datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), ha concluido que más de un centenar de plaguicidas contaminaron los alimentos que se consumieron en 2022 en España.
¿De qué plaguicidas se trata?
Según el documento, que recoge los últimos datos correspondientes al año 2022, del centenar de plaguicidas con los que se contaminaron los alimentos, 59 (incluido el DDT -diclorodifeniltricloroetano-) eran disruptores endocrinos, es decir afectan directamente al sistema hormonal y se relacionan con graves enfermedades, y 32 eran sustancias no autorizadas por la Unión Europea.
Además, 17 fueron plaguicidas "candidatos" a ser sustituidos por los "efectos cancerígenos", tóxicos para la reproducción, de disrupción endocrina o por tener características de persistencia, bioacumulación y toxicidad.
Según EA, aunque los datos de Aesan son "poco representativos", porque solo se tomaron 3,61 muestras por cada 100.000 habitantes, lo que coloca a España a la cola en este tipo de recogida de pruebas, permiten ver que el 36% de las muestras tenían restos de una o más sustancias químicas, porcentaje que aumenta al 43% en el caso de frutas y verduras.
"Pequeñas, pero múltiples cantidades de sustancias"
Según la portavoz de EA, Kistiñe García, “las explotaciones agrarias deben respetar los derechos humanos de sus trabajadoras, proporcionales formación y los equipos de protección individual (EPIS obligatorios) y mantener prácticas de aplicación de fitosanitarios que se atengan a la ley". García ha asegurado que el Ministerio de Agricultura "está perdiendo una gran oportunidad para convertir a España en el productor de alimentos más saludables".
La comunidad científica ha alertado sobre el "efecto combinado" que produce el elevado uso de plaguicidas y que expone a la población y al medio natural a "pequeñas pero múltiples cantidades de sustancias".
El "cóctel de sustancias" es evidente en el 22% de las muestras recogidas, que presentaban contaminación múltiple con varios plaguicidas. Al menos 97 plaguicidas tóxicos se utilizaron en cultivos españoles, lo que pone "en riesgo" a las personas que se dedican al campo, a las que viven en zonas cercanas y al medio natural, advierte el estudio, que añade que los tomates españoles contenían residuos de "31 sustancias diferentes".
La ong recuerda que la contaminación que padecen los trabajadores en los invernaderos se ha plasmado en el cortometraje 'La voz del invernadero', realizado por el fotoperiodista Santi Donaire y producido por Ecologistas en Acción, en el que se habla de una "verdad incómoda", porque son trabajadores que padecen enfermedades pulmonares o Parkinson, entre otras.