Qué son y para qué sirven las sales de amoniaco que ha inhalado Carlos Alcaraz en el Masters 1.000 de París
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Los deportistas buscan aumentar la concentración y la fuerza muscular
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El efecto dura aproximadamente un minuto
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El debut de Carlos Alcaraz en el Masters 1.000 de París ha sido muy comentado en las redes sociales, y no exactamente por el resultado en el que salió victorioso el español, sino porque mientras este descansaba en su banquillo al acabar el primer set, sacó un pequeño bote, lo abrió y comenzó a inhalar profundamente el contenido hasta en tres ocasiones.
Esta acción no pasó desapercibida por ninguno de sus seguidores, especialmente por aquellos que estaban viendo el partido por la tele ya que justo en ese momento la cámara le estaba enfocando. Además, mientras respiraba dicha sustancia, se pudo ver cómo el murciano cerraba los ojos y experimentaba algún que otro espasmo.
La sustancia en cuestión, tal y como han descrito otros medios, son sales de amoniaco y no es la primera vez que un deportista profesional recurre a estas en medio de una competición. Se trata de una práctica muy extendida entre levantadores de pesas, culturistas, boxeadores, peleadores de artes marciales mixtas, jugadores de fútbol americano...
¿Para qué sirven las sales de amoniaco?
Históricamente, en el ámbito clínico las sales de amoniaco se han utilizado para la prevención y el tratamiento de desmayos, mareos y aturdimiento, sin embargo, en el mundo del deporte el objetivo que se busca es otro: aumentar la concentración y la fuerza muscular. No obstante, y pese a que esta práctica está completamente normalizada en muchos deportes, no hay pruebas científicas que evidencien estos últimos efectos.
El carbonato de amonio es su principio activo y "se caracteriza por ser un estimulante respiratorio que ejerce su efecto fisiológico cuando se inhala o se esnifa", explica el informe 'El uso de inhalantes amoniacales entre los deportistas'. Cuando se inhala esta sustancia, provoca una rápida y extrema irritación de los pulmones, la nariz y las membranas mucosas de la cavidad nasal, y al mismo tiempo provoca una inhalación involuntaria que estimula los músculos que controlan la respiración para que trabajen más rápido, acelerando la respiración y estimulando un mayor grado de consciencia, detalla el mismo estudio.
En este caso, Alcaraz lo consume en plena competición, pero otros deportistas lo utilizan para preceder o acompañar al entrenamiento de fuerza de alta intensidad, especialmente antes de los intentos de repetición máxima de sentadilla, peso muerto o press banca. Su efecto es muy corto, dura alrededor de un minuto.
Posibles efectos secundarios y contraindicaciones
Al igual que los efectos de las sales de amoniaco en el rendimiento de los deportistas no están contrastados, sus contraindicaciones tampoco. No obstante, esta guía matiza que puede predisponer a los deportistas a lesionarse al ejecutar ejercicios por encima de sus capacidades.
En ocasiones, también se utiliza para después de una lesión para “despejar la cabeza de un atleta”, una práctica peligrosa porque puede provocar una contracción involuntaria de la cabeza y del cuello agravando la lesión subyacente.
De forma anecdótica también se han descrito casos en los que en dosis muy elevadas ha provocado graves lesiones pulmonares, a un boxeador le hizo perder el conocimiento entre asaltos y se informó de un caso de una levantadora de pesas que le provocó anafilaxia -reacción alérgica grave-.
Por estos motivos, la guía recuerda que su consumo debe abordarse con precaución y bajo el conocimiento de profesionales que conozcan su función.