El uso excesivo del móvil y el impacto en el pulgar: desde lesiones hasta cambios en su estructura

A día de hoy, es difícil conocer a una persona que no tenga smartphone, más allá de la gente de mayor edad; y es que "el 78% de la población mundial de diez años en adelante tiene un teléfono celular", según apunta Naciones Unidas a raíz del último informe de la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones).

No solo preocupa este hecho, sino el uso y el tiempo que le dedicamos al mismo y los problemas que esto conlleva, motivo por el que los pediatras recomiendan retrasar su uso más allá de los 12 años.

Cuatro dedos en la parte trasera del móvil y el pulgar delante de la pantalla u ochos dedos detrás y los dos pulgares en el frente si estás escribiendo; esta es la posición en la que pasan multitud de personas durante horas, postura que está poniendo en jaque la verdadera función del pulgar y está aumentando la incidencia de patología, asegura el fisioterapeuta Fernando Ramos, presidente de la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF) a ElDesmarque.

Una lesión por movimientos repetitivos

"Nos encontramos ante un aumento de incidencia de patología del pulgar derivada de un uso excesivo de móviles, tabletas y demás", asegura el profesional; y es que parte de la población cree erróneamente que el hecho de utilizar el móvil con los pulgares los fortalece, cuando en realidad lo que provoca es una lesión por sobreuso.

Este tipo de patología "se atribuye a la inflamación de los tendones que se encargan de separar el pulgar de la mano" al ejecutar movimientos repetitivos de muñeca y pulgar que coinciden con los que hacemos al utilizar el móvil. Esta lesión provoca "dolor en la base del pulgar que se agrava con diversos movimientos de pulgar y de la muñeca hacia abajo".

"El pulgar está diseñado para hacer la pinza"

Además del riesgo de lesión, estos aparatos están atrofiando la verdadera función del dedo pulgar y es que "están diseñados para hacer la pinza, para agarrar objetos" que técnicamente se denomina "prensión manual".

Como se están perdiendo los trabajos manuales y se escribe menos con papel y boli, "que era algo que ayudaba a mantener el pulgar fuerte", la realidad es que "estamos perdiendo capacidad para crear esa tensión".

A pesar de que de momento no hay evidencia científica que lo corrobore, estamos ante "un cambio generacional del uso del pulgar que estamos seguros de que va a influir en la funcionalidad del pulgar y el papel que ocupa en la mano y va a provocar cambios en el sistema nerviosos central", augura el mismo.

Población con mayor riesgo de lesionarse el pulgar

En primer lugar, la población más vulnerable a sufrir este tipo de lesión en el dedo pulgar es aquella que más tiempo pasa con un smartphone o tablet entre sus manos.

Sin embargo, más allá de esta obviedad, el fisioterapeuta detalla que "las mujeres tienen un riesgo entre 8 y 10 veces mayor a desarrollar esta afección" y todo parece indicar que se debe a que tienen "una mayor movilidad y laxitud en la zona del pulgar y en la musculatura que estabiliza esta articulación".

Por último, tener entre 30 y 50 años también es un factor de riesgo, aunque ya se empieza a ver dicha lesión en gente con edades más bajas.

Recomendaciones para reducir este riesgo

Cuando el dolor ya está presente, lo mejor es recibir valoración médica y tratamiento fisioterapéutico, sin embargo, hay formas de prevenir esta patología y el presidente de AEF destaca las siguientes:

• Reducir el tiempo de uso de estos dispositivos lo máximo posible
• Utilizar el ordenador si se van a escribir mensajes largos porque permite utilizar el resto de dedos
• Colocar el dispositivo en horizontal para utilizar todos los dedos
• Colocar el móvil a la altura de los ojos para evitar tensionar el cuello
• Hacer ejercicios para relajar cuello, codos, dedos y hombros