Cómo conservar los medicamentos en verano para que no pierdan su eficacia

-
En ningún caso se debe dejar la medicación en el interior del coche a pleno sol
-
Si la textura o el color de las formas farmacéuticas específicas cambia, no consumirlas
-
Tomar el sol mientras se está bajo tratamiento: una combinación peligrosa para tu salud
Las altas temperaturas propias del verano no son un buen aliado de la medicación, por eso, es importante saber cómo conservarla para evitar que pierdan eficacia o incluso, que aumenten sus efectos secundarios.
Como bien es cierto que cada medicamento tiene su conservación, lo más importante y lo primero que hay que hacer es consultar las instrucciones de conservación presentes en el prospecto de cada fármaco -uno de los motivos por el es importante no tirarlo-.
Junto a esto, las autoridades sanitarias recomiendan seguir una serie de pautas, dependiendo de si el medicamento aguanta a temperatura ambiente o si, por el contrario, tiene que estar en frío; pero en ningún caso, dejarlos en el interior del coche a pleno sol.
Además de las personas que se encuentran bajo tratamiento, la mayor parte de las casas cuentan con un botiquín casero para accidentes caseros o malestares en el día a día. En este caso, "es conveniente guardar los medicamentos en casa en un sitio limpio, fresco, seco y que no esté expuesto a la luz solar" y que no sea ni el baño ni la cocina, generaliza la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha.
Qué hacer con los medicamentos fríos
Los medicamentos que necesitan conservarse a temperaturas de entre 2ºC y 8ºC (van señalados con el símbolo de un copo de nieve), deben colocarse en la nevera, pero ni en la puerta, ni en el fondo, sino a mitad de las baldas o en los cajones.
Para que las altas temperaturas no afecten a su estabilidad, "es recomendable utilizarlos inmediatamente tras sacarlos del frigorífico". En caso de tener que trasportarlos, hay que meterlos en una "nevera portátil con acumuladores de frío, dentro de su cartonaje, para evitar la congelación por contacto con la fuente de frío", detalla el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid.
Fármacos que aguantan temperaturas de hasta 30ºC
Respecto a los que deben conservarse a temperaturas inferiores a +25ºC o +30°C, aunque si de forma puntual superan dicha temperatura no afectaría a la estabilidad ni a la calidad del medicamento, lo ideal es almacenarlos "en los lugares más frescos del domicilio" y en su envase original para "limitar las variaciones de temperatura".
Además, "como medida de prudencia", en caso de tener que transportarlos, la Comunidad de Madrid aconseja hacerlo en una nevera portátil sin acumuladores de frío para evitar que estén expuesto durante mucho tiempo a temperaturas de más de 40ºC.

Especial atención con cremas, óvulos...
Por último, las autoridades sanitarias destacan prestar especial atención a las formas farmacéuticas específicas, como pueden ser las cremas, los óvulos o los supositorios.
En este caso, lo que es sensible al calor es la forma del fármaco y no el principio activo como tal. Por ello, "si el aspecto del producto al abrirlo tras la exposición al calor es normal y regular, el supositorio no está derretido, la crema no ha cambiado de color o de consistencia, indicará que el medicamento mantiene sus propiedades", pero si su apariencia exterior está visiblemente modificada, no se debe consumir, advierte la Comunidad de Madrid.