Fede Valverde y su sufrimiento con el embarazo de su hijo: "Me ponía a llorar durante horas"
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Fede Valverde habla por primera vez de los problemas que tuvo su segundo hijo para nacer
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Ha emitido una carta en 'The Players Tribune' contando su dolor en estos momentos
Fede Valverde y Mina Bonino pasaron por un mal momento cuando ella estaba embarazada de su segundo hijo. En una revisión le dijeron tenía muy pocas posibilidades de nacer, pero afortunadamente estas dificultades las pasó y el pasado mes de junio nació.
Ha sido ahora el uruguayo cuando se ha sincerado sobre este momento y ha hablado por primera vez de lo mal que lo pasó en una carta que ha publicada en 'The Players Tribune'.
El sufrimiento de Fede Valverde y Mina Bonino
“Un día, mi mujer fue a ver a su médico para hacerse unos estudios, y allí fue cuando el mundo se nos vino abajo. El doctor nos dijo que el embarazo estaba en un muy alto riesgo, y que había apenas una pequeña posibilidad de que mi hijo sobreviviera si el embarazo continuaba”, dijo Fede Valverde.
Hubo una frase que al jugador del Madrid le marcó. “‘Tu bebé probablemente no lo logre’. No puedo describir el dolor”.
El jugador relata cómo vivieron él y Mina Bonino esos días tras anunciarle las escasas posibilidades de que saliera adelante. “Mi esposa estaba sufriendo física y psicológicamente cada día. Y yo es como que me encerré, me apagué. Yo soy alguien que suele guardarse todo. Sé que no está bien, pero así es como soy".
"No quiero que nadie me vea llorar, nunca. Ni siquiera mi familia. Mis padres venían a cenar y mi madre me veía y decía: ‘Fede, mira que...’. Pum. Solo con eso ya no podía más. Y me levantaba de la mesa y me iba a mi habitación a estar solo. Las 20 horas por día en las que no estaba en el fútbol, me aislaba. Sin teléfono. Sin iPad. Sólo silencio”, comentaba Fede.
A pesar de que se intenta hacer el duro había momentos que colapsaba. “Cuando estaba solo, me ponía a llorar durante horas. Me metía en el baño por 15 minutos, y en 10 me la pasaba llorando con la cabeza entre las manos. La mañana del partido, cuando en teoría tenía que estar concentrándome y tranquilo, estaba tirado en la cama, pensando en mi hijo, con la cabeza que me daba mil vueltas... Era un puto infierno”.
El apoyo de la afición del Madrid
El jugador blanco cuenta que este sufrimiento cambió algo, o al menos se sintió más apoyado cuando su mujer contó en redes lo que sucedía. La afición del Madrid se volcó con él y eso nunca lo va a olvidar.
“Cuando mi esposa le dijo al mundo lo que estábamos viviendo, todo cambió para nosotros. Que mis compañeros y que los madridistas nos apoyaran como lo hicieron, es algo que nunca olvidaré. Tienen el respeto mío y de mi familia para siempre. Quizás erraba en un pase, y ellos respondían cantando mi nombre. En el Bernabéu, donde las expectativas siempre son altísimas, esto ya es un pequeño milagro. Tener a 80.000 personas apoyándome de esa manera, en mi momento más bajo, se sentía como tener 80.000 abrazos. A todos ustedes... lo único que puedo decirles es gracias”.
Pero todo este sufrimiento un día cambió cuando le dieron las mejores de las noticias. “Después de un mes y medio de un infierno absoluto, recibimos la mejor noticia de nuestras vidas. Las ecografías estaban mucho mejor, y por suerte parecía que el embarazo estaba en condiciones de continuar. Por supuesto, para llegar a término fue un periodo increíblemente tenso. Hasta que finalmente pudimos tener a nuestro hijo en los brazos, no queríamos ni respirar. Pero gracias a Dios, en junio, nuestro hijo Bautista llegó al mundo”.