Jero García y su lección de vida a través del deporte: “Yo era un demonio y gracias al boxeo me hice mejor persona”

Jero García estuvo con nosotros en el Twitch de ElDesmarque. Es una de esas personas que a sus espaldas carga muchas peleas, tanto contra rivales en un ring como en el cuadrilátero que es la vida. Ahora quiere ayudar a los demás como a él le ayudaron cuando todo parecía que iba a ser caos.

“Yo debería vivir tres vidas para agradecer al boxeo todo lo que ha hecho conmigo”, explica el exatleta. En el vídeo superior, la lección de vida de Jero García que ahora predica a sus alumnos.

Jero García: el boxeo de la vida

El exboxeador y presentador de televisión reconocido por el programa de Cuatro, Hermano Mayor, confesó en nuestro Twitch de dónde viene esa decisión de ayudar a los que le rodean. “Este rol social me viene porque vengo de un barrio complicado y a mí me ayudaron. Cuando yo era adolescente una asociación sin ánimo de lucro vino y me formó, me ayudó y me educó”, comenzó explicando. Asegura que el deporte fue fundamental. “En un momento dado el deporte me cambia la vida. Yo era un trasto, un demonio, y gracias al deporte, gracias al boxeo, me da la vuelta la cabeza y pasé ser mejor persona. A través del boxeo me dedico a enseñarlo, a la docencia, y me doy cuenta de que a través de la docencia soy capaz de cambiar personalidades en positivo, sobre todo en jóvenes. Yo debería vivir tres vidas para agradecer al boxeo todo lo que ha hecho conmigo. Qué mínimo que a través del boxeo no ayudar a otras personas sabiendo la herramienta que es. Así cree mi Fundación”, explica.

Además, analiza los beneficios que tiene el boxeo en la persona. “El boxeo te regala tres recompensas. La primera, la física. Si haces deporte, independientemente de la intensidad, siempre tienes una recompensa física. Puedes sentirte más guapo, más fuerte… Esta la conectamos con la segunda, que es la psicológica. Cuando hacer deportes segregas todas las hormonas y neurotransmisiones de la recompensa. Cuando mezclas las dos te sale la tercera: la conductual. El boxeo a mí me asocia la constancia, el sacrifico, la disciplina y, sobre todo, la pertenencia al grupo. Estamos en una sociedad que falta de muchos valores y objetivos que puedo regalar yo con el deporte”, concluye.