Ana Peleteiro toma café con su 'yo' del pasado: "No lo comprendía"
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Destacó la soledad que vivió cuando estuvo en Madrid los primeros años
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Valoró que su vida ha mejorado al volver a estar rodeada de su familia en Galicia
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La vida de Ana Peleteiro ha cambiado mucho estos últimos meses a raíz de que su vida como madre y su familia han cobrado más importancia para compaginarlo con el atletismo. En lo segundo no ha tenido suerte en este comienzo de año en el que tuvo que renunciar al Gran Premio Internacional de Valencia por sus fuertes dolores de rodilla.
Es por ello que la gallega se ha refugiado en su tierra, donde junto con su marido y entrenador Benjamín Compaoré y su hija Lúa se mudaron después del pasado verano para estar más cerca del entorno de Peleteiro. Es por ello que la atleta ha hecho una bonita reflexión en redes sociales de lo que ha cambiado su vida desde que era una joven soñadora hasta la mujer que es hoy en día y de lo que ha construido.
"Hoy quedé con mi yo del pasado para tomar un café. Ella llegó 15 minutos tarde, yo solo 5. Ella se había alisado el pelo y puesto sus extensiones, yo llegué con un moño apretado y la raya al medio", comenzaba su carta.
En estos momentos Ana sigue recuperándose de sus problemas de rodilla, pero ya aseguró hace dos semanas de que su vida ya no era igual a que cuando era pequeña: "Venía de estar en casa tirada sin hacer nada. Yo llegaba directa de entrenar y de dejar a mi hija en casa con el papá después del colegio".
La reflexión de la Ana Peleteiro del pasado
Fue entonces cuando 'habló' la Ana Peleteiro del pasado para reflejar qué es lo que sentía cuando sufría las inseguridades de apostar fielmente de su sueño de triunfar en la pista: "Me dijo que se sentía perdida, con miedo, insegura… Le hablé de mis proyectos y logros, y de que me sentía más segura y realizada que nunca".
Cuando apenas era una joven promesa del atletismo se vio obligada a tener que mudarse a Madrid para poder cumplir su sueño, algo de lo que se arrepiente por la soledad que vivió en sus primeros años en la capital: "Me comentó que no siente cerca a sus amigas y que se quiere quedar para siempre en Madrid, sin que la controlen. Ya le conté que mi círculo se redujo mucho y que eso me hizo apreciar las verdaderas amistades y que ahora había vuelto a Galicia para estar cerca de los míos, rodeada de amor y paz", dijo.
"Me contó que todo le pone ansiosa y que no disfruta de las cosas. Le conté que ahora aprovecho cada nueva oportunidad que se presenta para aprender y crecer y la disfruto al 100%", añadió.
Para terminar hizo balance de sus dos vidas para ensalzar la importancia del aprendizaje que le ha dado la experiencia con los años tanto en su vida como atleta como la de madre: "No comprendía cómo había conseguido encauzar mi vida y tener una estabilidad. Le dije que tenga paciencia y que aprenda a escuchar. Que todo llegará y que conseguirá todo aquello que se propone. Pero que tenga paciencia, trabaje mucho y disfrute del proceso"
"Espero tomarme otro café con ella otro día", concluyó después de adjuntar una última reflexión comparando a amabas Peleteiros: "Sólo aquellos que conocieron a esa Ana, saben lo difícil y duro que ha sido el camino para llegar hasta aquí", dijo en su perfil de Instagram.
