De Gea, madurez para sostener al United

David De Gea, portero del Manchester United, se erigió como uno de los mejores españoles de la temporada en todas las ligas europeas, en las que otros nombres como los de Jonathan Soriano, Cesc Fabregas, Diego Costa o Iago Falqué brillaron con luz propia entre los casi doscientos futbolistas dispersados por el continente.

La llegada del técnico holandés Louis Van Gaal al banquillo del conjunto inglés para sustituir al galés Ryan Giggs, no repercutió en el rendimiento del guardameta español, que, en una temporada pobre del United (desembolsó 196 millones de euros en fichajes), fue el mejor de un club que vive en un estado de transición permanente.
Sus paradas a lo largo del curso no pasaron desapercibidas entre sus aficionados. Los hinchas de Old Trafford galardonaron a De Gea por segundo año consecutivo con el prestigioso premio Sir Matt Busby, que reconoce al mejor jugador del club en todo el curso.
Sus actuaciones merecieron ese reconocimiento y De Gea ofreció tardes espectaculares. En octubre, detuvo un penalti al futbolista del Everton Leighton Baines, que hasta que se topó con el meta español, había marcado las catorce penas máximas que lanzó en la Premier League.
Tras aquel partido, completó otros dos consecutivos a gran nivel frente a Chelsea y West Bromwich y fue elegido el mejor jugador del mes por sus aficionados. Después, en diciembre, dio un recital contra el Liverpool con ocho extraordinarias paradas y esa actuación fue declarada la mejor de la Liga inglesa.
El lastre del mal curso del United, finalmente cuarto en la Premier, no impidió que De Gea fuera incluido en el mejor once del torneo y que acabara nominado para ser el mejor jugador, trofeo que al final se llevó el belga Eden Hazard. Su trabajo llamó la atención del Real Madrid y puede ser el relevo natural de Iker Casillas tanto en la selección española como en el conjunto blanco.
Pero De Gea no fue el único jugador que llamó la atención. En Inglaterra, el campeón, el Chelsea, contó con dos apariciones fundamentales, la de Diego Costa y la de Cesc Fabregas.
El primero, sin suerte con las lesiones musculares, consiguió pese a ello sumar veinte goles y solo fue superado por Harry Kane y Sergio Agüero. El segundo, logró dar dieciocho asistencias en todo el curso. Solo Kevyn De Bruyne, con diecinueve en el Wolfsburgo, dio más.
Ambos ganaron la Capital One y la Premier, mientras que el Arsenal se llevó la FA Cup y la Community Shield. Por eso, también merece protagonismo Santi Cazorla, con ocho tantos en 57 partidos.
Fue un fijo para Arsene Wenger, que también dio una oportunidad al joven Héctor Bellerín, que poco a poco se hizo con un hueco en el lateral derecho del Arsenal. Con veinte años, su proyección es enorme.
La falta de títulos privaron a David Silva de sumar más puntos en una temporada más que correcta para el canario. Fue de más a menos y su decadencia coincidió con la del cuadro de Manuel Pellegrini. Ningún trofeo luce en sus vitrinas y la actuación en la Liga de Campeones del City fue decepcionante. Sin embargo, Silva se salvó de la quema con una más que digna cifra de doce tantos a lo largo del curso.
Como Silva, otros como Juan Mata o Ander Herrera, no decepcionaron, pero el mal curso de sus clubes, en el caso de los dos últimos en el United, dejaron fuera de los mejores a algunos jugadores. Otros, en equipos menores, sí que cumplieron: Adrián San Miguel en el West Ham o Ayoze Pérez en el Newcastle, resolvieron el curso con acierto.
En otras ligas, muchos españoles dejaron el pabellón alto. En Alemania, Juan Bernat aprovechó la lesión de David Alaba para demostrar que es un lateral izquierdo muy bueno para el Bayern. Junto a Xabi Alonso, Thiago Alcantará (por fin vuelve a ser el mismo después de sus lesiones), Javi Martínez y Pepe Reina, ganó la Bundesliga.
Mejor le fueron las cosas en Italia a Iago Falqué con su Génova, una de las sorpresas de la temporada en el país transalpino. A sus 25 años, por fin ha encontrado su sitio tras perderse por siete equipos europeos (Southampton, Villarreal, Juventus, Rayo Vallecano, Bari, Tottenham y Almería). En el Génova, jugará el año que viene en Europa tras marcar trece goles en un año inolvidable para él.
Tampoco estuvo mal Álvaro Morata, que opta al triplete con el Juventus el próximo sábado. Ganó la Liga y la Copa y podría reinar en Europa con permiso del Barcelona. Su actuación en semifinales ante el Real Madrid, fue decisiva.
Los chicos de Julen Lopetegui en el Oporto se desinflaron en el último tramo y cedieron la Liga al Benfica agotados por el esfuerzo en la Liga de Campeones. Pusieron contra las cuerdas al Bayern en cuartos de final y Oliver Torres y compañía cumplieron pese a no ganar nada.
Y, como casi siempre, tampoco falló Jonathan Soriano en Austria. Una vez más, el delantero del Salzburgo se infló a goles hasta marcar 43 tantos entre Liga, Copa y Liga Europa. Sus 31 dianas en la Bundesliga austríaca, le sirvieron para ser cuarto en la Bota de Oro, solo por detrás de Cristiano, Messi y Agüero. Fue, junto a De Gea, Cesc, Falqué y Diego Costa, de los mejores.