Martín rescata una vez más a Osasuna en una temporada para la reflexión
El navarro Enrique Martín, que salvó a Osasuna del descenso a Segunda B en 1997, ha vuelto a rescatar una vez más al equipo navarro dieciocho años después, en una temporada aciaga en todos los órdenes que exige una reflexión profunda para consolidar un nuevo proyecto con aspiraciones de ascenso.Fermín Zariquiegui
A pesar de depender de sí mismo, Osasuna coqueteó ayer con el descenso en la última jornada de la Liga Adelante al ir perdiendo 2-0 ante un descendido Sabadell, pero los 'rojillos' se salvaron con las paradas de Asier Riesgo y los goles en el último cuarto de hora de los canteranos David García y Javier Flaño.
Una temporada tan adversa institucionalmente y tan pobre en el plano deportivo solo podía acabar con el descenso o con una permanencia agónica, en el tiempo de descuento, gracias al empuje de más de dos mil aficionados desplazados a Sabadell.
El punto de arranque de los innumerables problemas para el club fue el descenso el año pasado de la Liga BBVA a la Liga Adelante, lo que apremió la salida de la junta directiva de Miguel Archanco y la exhibición de los males contraídos por la entidad durante los últimos años.
La falta de candidatos a la presidencia, hasta diciembre de 2014, con la llegada de Luis Sabalza, metió a Osasuna en un vacío de poder solo cubierto de forma provisional por la constitución de una junta gestora, aunque con divisiones que tampoco ayudaron al club.
La gestora tuvo que lidiar con la desbandada de buena parte de la plantilla, las denuncias por los impagos a los jugadores, los problemas para inscribir al equipo en Segunda al no contar con el certificado de Hacienda, la prohibición inicial de fichar futbolistas y la limitación de la plantilla a 18 jugadores profesionales, entre otras cuestiones.
A pesar de que Enrique Martín era el entrenador elegido por Archanco y que la gestora tenía como primera opción a José Bordalás (Alcorcón), el reto de asumir la dirección deportiva recayó en Jan Urban, uno de los mitos de la historia osasunista.
El polaco, que además de estar mediatizado por una plantilla limitada perdió nada más comenzar la temporada a dos jugadores importantes por lesiones graves (Oier Sanjurjo y Jordan Loties) y en enero a Miguel De las Cuevas, traspasado, fue destituido en febrero por la actual junta directiva tras cuatro derrotas seguidas, pero con el equipo fuera del descenso.
La apuesta por José Manuel Mateo, hasta entonces técnico del filial de Tercera División, no hizo más que empeorar la situación, con una plantilla sin dar el nivel exigido a su presupuesto, y también fue destituido tras unos paupérrimos números en diez partidos, a falta de seis jornadas para el final del campeonato.
Fue entonces cuando se recurrió a Martín, autor del "milagro" de 1997 cuando en los últimos cinco partidos salvó a Osasuna del descenso a Segunda B, una situación parecida a la actual, aunque con diferencias insalvables por el tiempo transcurrido.
El técnico navarro, que llevaba siete años sin entrenar y además en su primera semana de entrenamientos sufrió una angina de pecho, ha hecho valer un fútbol práctico para lograr la permanencia no sin sufrimiento tras sumar 9 de 18 puntos, con una sola derrota.
Con la polémica destapada el pasado viernes sobre la continuidad de Martín, quien señaló que la directiva tenía atado otro entrenador para la próxima temporada, el club necesita un tiempo de análisis de la situación y reflexión de los errores del pasado para armar un proyecto sólido y cumplir con las obligaciones administrativas.
La devolución de la deuda con la Hacienda navarra está aprobada por una Ley Foral del pasado mes de noviembre, pero crea incertidumbre el aval que todavía no ha presentado la junta directiva a la Liga de Fútbol Profesional y la investigación judicial a los anteriores gestores por presunto desvío irregular de dinero de las cuentas del club y supuestos amaños de partidos.