Charles, Sergio Rico, Aduriz, Rubén Castro, Vietto

-- CHARLES DÍAS.Madrid, 4 oct .-
 
Era feliz tras tomar la difícil decisión de abandonar Vigo. La presencia de Javi Gracia, con el que triunfó en el pasado, le dio el impulso definitivo hacia Málaga, que acogió a Charles, su mujer y el pequeño Lucas con los brazos abiertos. Pero su felicidad no era completa por la ausencia de gol. A un nueve le falta algo en su vida sin marcar y el mal inicio del equipo, que llegó a batir un récord negativo de minutos sin marcar, era una losa que quitarse de encima cuanto antes.
Se encargó de hacerlo Charles, guerrero en el campo, sin medida en sus esfuerzos y rematador consagrado, para firmar su primer triplete en la elite. Los había conseguido en Segunda división, donde acabó siendo pieza clave para el ascenso del Almería y su crecimiento personal en el fútbol español. De golpe todo lo que no entraba entró ante la Real Sociedad y el brasileño vivió una noche mágica. Se llevó el balón para no olvidar nunca el partido en el que puso fin a la sequía en Málaga.
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-- SERGIO RICO.
Necesitaba el Sevilla un triunfo como el firmado ante el vigente campeón, un Barcelona que se tambalea por las bajas, para enterrar las dudas. El Sánchez Pizjuán no pierde la fe en su equipo en las malas, pero los malos resultados siembran la sospecha en muchas demarcaciones. Ocurrió en la portería, donde Beto quedó señalado y muchos señalaban ya a Sergio Rico. Su partido, clave con sus intervenciones, dio el triunfo al equipo de Unai Emery.
Sergio es uno de los porteros de la nueva camada del fútbol español con mayor presente y proyección. Así lo entiende el seleccionador Vicente del Bosque que le ha entregado el puesto de tercer portero de la Roja, convocado hasta cuando no jugaba en el inicio de temporada del Sevilla. Su nivel del pasado curso no sirvió para comenzar jugando. El tren vuelve a pasar y no está dispuesto a dejarlo escapar. Los titulares por su actuación ante el Barcelona le consagran. Tiene cualidades para mantenerse.
 
ADURIZ/RUBÉN CASTRO
Aritz Aduriz y Rubén Castro: goles españoles, efectividad con veteranía, pistoleros incansables. Los dos tienen 34 años y no dejan de perforar las porterías rivales. El primero, con el Athletic, el segundo con el Betis. Ambos volvieron a marcar esta jornada y ya suman cuatro dianas cada uno. No son los mejores españoles, Nolito y Agirretxe han acertado más veces, pero tienen demasiado mérito como para olvidarse de ellos.
Mientras que Aduriz se encargó de romper el partido que el Athletic ganó al Valencia, Rubén Castro hizo lo mismo con el Betis frente al Rayo. Además, de manera calcada. Aduriz, primero, dio una asistencia perfecta a Markel Susaeta para adelantar a su equipo. Después, se encargó de marcar el gol de la sentencia. Rubén Castro asistió a Heiko Westermann y después hizo su tanto con el que el Betis aseguró tres puntos. Sus equipos despegan con un par de cazagoles incansables.
 
Su aparición en el derbi fue determinante. El argentino apenas estuvo en el campo once minutos, pero solo necesitó cuatro para rescatar al Atlético de Madrid y, ya de paso, para reivindicarse ante una situación extraña en un jugador que fue una de las grandes revelaciones de la Liga en temporada pasada. Hasta esta jornada, no era más que el fantasma de aquel delantero que deslumbró en el Villarreal.
Eclipsado por el colombiano Jackson Martínez, con crédito ilimitado, y por la fortaleza de Antoine Griezmann y Fernando Torres, apenas había disfrutado de cien minutos distribuidos en tres partidos. Su entrenador, Diego Simeone, quiere mucho más de un jugador al que le cuesta adaptarse a su máxima exigencia en los entrenamientos. Al final, el trabajo duro obtuvo sus frutos y en un suspiro, en un instante, dio un punto al Atlético de Madrid con un remate oportunista.