Archivan la querella de Koné por falsificación de su contrato con Osasuna
El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona ha decretado el archivo de la querella interpuesta por el delantero marfileño Mamadou Koné contra el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, y el exmiembro de la junta gestora Luis Ibero por la supuesta falsificación de su contrato.El magistrado mantiene que el futbolista se querelló con el único objetivo de contrarrestar la demanda por incumplimiento de contrato interpuesta por Osasuna y además califica la actuación del jugador marfileño como "temeraria" pues "no hay el más mínimo indicio de delito".
El auto, que puede ser recurrido, llega solo tres días después de que Sabalza e Ibero declararan como investigados ante el juez sin que ni siquiera compareciera el abogado de Koné, por lo que ambos manifestaron públicamente su confianza de que fuera archivada dicha querella.
El magistrado recalca en el auto que la interposición de la querella por parte del jugador "estuvo presidida por la exclusiva intención de contrarrestar, a cualquier precio", la demanda que se había interpuesto contra él por Osasuna en la jurisdicción social por el incumplimiento de contrato.
Y afirma que se querelló, "a sabiendas de que no existía el más mínimo indicio de la comisión del delito que se imputaba a los querellados". motivo por el que le impone las costas del procedimiento al haber actuado con "temeridad".
Para el magistrado, "es más que dudoso" que el contrato sea falso en realidad y esgrime que, aunque el jugador negó haberlo firmado, los datos contradicen su versión: desde su correo se envió una copia escaneada del contrato y se remitieron mensajes que acreditan la existencia de negociaciones para la contratación del jugador.
Asimismo, continúa el juez, para los medios de comunicación eran públicas y notorias esas negociaciones e, incluso, la contratación del jugador por parte de Osasuna.
Al respecto, el propio representante, que declaró como testigo, afirmó que el contrato le fue remitido por el denunciante como consecuencia de haber concluido las negociaciones. Además, el propio futbolista, entonces en el Racing y ahora cedido en el Oviedo, le detalló en un correo las condiciones que consideraba necesario exigir.
De igual forma, el juez apunta que también constan en la causa las advertencias que, una vez cerrado el acuerdo, el propio representante le hizo ante la incomparecencia del denunciante y el silencio de este ante estos avisos sin que en ningún momento alegara entones "que dicho contrato no existía y que alguien le había falsificado la firma".
Por todo ello, el magistrado cree que el presunto incumplimiento contractual, que se dilucidará en el juicio previsto en los juzgados de lo Social en marzo, tiene su explicación en el descenso de categoría y, en consecuencia, en que el jugador ya no tenía interés en jugar en Osasuna.