Cómo Heysel cambió el fútbol
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La tragedia de Heysel cumple este lunes 32 años. Uno de los capítulos negros de la historia del fútbol en aquella final de la Copa de Europa entre el Liverpool y la Juventus de Turín el 29 de mayo de 1985.
El partido se convirtió en la tumba de 39 aficionados (32 italianos, cuatro belgas, dos franceses y un británico). El acoso de los hinchas ingleses a la afición italiana causó avalanchas en una tribuna, lo que provocó la muerte por asfixia o aplastamiento de 39 personas, entre escenas de pánico que horrorizaron a los millones de telespectadores que presenciaban el encuentro.
Como consecuencia, la UEFA tomó cartas en el asunto y sancionó a todos los equipos ingleses sin disputar competiciones europeas durante cinco años y al Liverpool, en concreto, diez años sin participación, aunque finalmente se quedaron en seis. La tragedia de Heysel también influyó a la hora de reforzar la seguridad en los estadios y en la lucha contra los hooligans.
Desde aquel entonces se reforzó mucho más la seguridad en los terrenos de juego y quedaron aprobadas unas medidas que actualmente siguen vigentes, como la eliminación de las zonas sin asiento en las gradas, la instalación de cámaras de seguridad y la prohibición de bebidas alcohólicas. Entre otras medidas también se incluyó la eliminación de las vallas protectoras, que se sustituyeron por otras abatibles y la provisión de salidas de emergencia, la separación de ambas aficiones por un cordón de seguridad, la prohibición de la entrada a los estadios con banderas provistas de mástiles o cualquier elemento rígido, se incluyeron los cacheos.
Con el tiempo, además, esas medidas de seguridad que tienen origen en la tragedia en el estadio belga se han ido desarrollando y ampliando, hasta la prohibición en los estadios de banderas y símbolos nazis, así como pancartas que pudieran incentivar la violencia.
El fútbol inglés, en particular, también se vio negativamente influenciado con la dura sanción, que provocó un duro éxodo de jugadores británicos a otros países donde pudieran disputar competiciones europeas. Supuso un corte en el dominio inglés del fútbol y una dura crisis económica en los clubes, que eso sí, se centraron en sus competiciones nacionales otorgándoles una relevancia que aún hoy perdura.