La detención de Villar, crónica de un suceso anunciado

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, continúa en la Ciudad del Fútbol en Las Rozas junto a miembros de la Guardia Civil, después de siete horas desde que fue traslado desde su domicilio a la sede federativa para proseguir con el registro que comenzó a primera hora de la mañana.

Pasadas las diez de la noche, los empleados de una empresa de cáterin accedieron a las dependencias de la RFEF, que permanecen custodiadas por representantes de la Unidad de Control Operativa (UCO), lo que deja entrever que la intervención todavía se prolongará durante bastante tiempo más.
Villar llegó pasadas las tres de la tarde a la Ciudad del Fútbol, cuyas oficinas permanecen iluminadas aunque muchos de sus empleados abandonaron las mismas a lo largo de la tarde.
También en el interior de las instalaciones permanece el exadministrador de la RFEF Jose María Castillón, que fue despedido a principios de abril después de que Villar prestara declaración en un juzgado de Majadahonda (Madrid) dentro de la investigación iniciada por el posible mal uso de una subvención del Consejo Superior de Deportes (CSD).
Castillón llegó acompañado de otra persona en un vehículo particular a la RFEF después de que lo hiciera Villar, quien entró en un coche de la Guardia Civil y flanqueado por tres de sus miembros.
Está previsto que cuando finalice el registro Villar sea trasladado a la casa cuartel de la Guardia Civil en Las Rozas y que el próximo jueves, día 20, preste declaración en la Audiencia Nacional.