Mertesacker recuerda a su amigo Enke con una emocionante carta
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
El central alemán del Arsenal, Per Mertesacker, nunca olvidará el 10 de noviembre. Uno de sus mejores amigos dentro del mundo del fútbol, una persona vital en los inicios profesionales del espigado zaguero, decidió acabar con su vida fruto de la depresión por la que atravesaba. Cuando se cumplen ocho años de su muerte, Per ha decidido rendirle un pequeño gran homenaje a su compañero, el guardameta germano Robert Enke.
En el verano de 2004, un joven de 19 años llegaba al vestuario del Hannover 96. En ese lugar, se cruzaron los caminos de Robert y Per, para no separarse jamás: "Entró en el vestuario y me saludó: 'Ah, hola, tú eres Per'. Él venía de España, del Barcelona, y desde el principio me dio la sensación de que me apreciaba. Me alentó, hizo que me diera cuenta de mis cualidades. A veces un inseguro joven de 19 años no las ve. Me dio su confianza".
En la carta, el central germano también recuerda sus concentraciones con la selección, siempre acompañado de su fiel escudero: "Cuando llegaba al hotel para un partido internacional tenía dos cosas que hacer: registrarme y llamar a Robert. '¿Ya estás aquí? Acabo de llegar. ¿Vienes a mi habitación?' Y unos minutos después, nos sentábamos juntos y hablábamos de todo lo que se nos venía a la mente", añade Mertesacker.
Pero en un escrito como este, es inevitable hablar de la enfermedad que azotaba con fuerza a Enke: "Hay que dejar claro que las personas afectadas por la depresión no son de ningún modo débiles. También puede golpear a los más fuertes como Robert porque, como el cáncer, es solo una enfermedad".
En los últimas frases de la emotiva carta, Mertesacker se sincera:"La noticia de su muerte fue un golpe muy duro para mí. ¿Cómo era posible que estuviera tan enfermo para quitarse la vida? ¿Cómo no me di cuenta de lo que le pasaba? Y, por supuesto, la pregunta que más dolía: ¿Por qué nunca me había contado su depresión? Éramos amigos y, como se dice, los amigos se lo cuentan todo. Pero he aprendido que esta ocultación pertenece al cuadro clínico de la depresión", zanja el alemán.