El termómetro de la jornada 12
Iñaki DufourMadrid, 19 nov .- El termómetro de la duodécima jornada de LaLiga Santander.
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Luis Suárez: El Barcelona anhelaba su transcendencia en este inicio de temporada, ese hombre decisivo sobre la portería contraria que ha sido siempre en el conjunto azulgrana, inquieto por los cinco encuentros consecutivos que encadenaba sin ningún tanto hasta la visita a Leganés, con las dos dianas que iniciaron la victoria y con la determinación de un goleador indiscutible. "Lo que sirven los goles es para que el equipo firme tres puntos muy importantes y seguir arriba. Lo de los goles no me preocupaba", declaró.
Valencia: Ni con rotaciones -Guedes, Zaza, Carlos Soler y Garay se quedaron fuera del once titular- ni con dificultades ni con dos postes y unas cuantas ocasiones del Espanyol cede el Valencia, en la mejor racha de su historia en la Liga -ocho victorias consecutivas-, beneficiado por el 0-0 del derbi madrileño y confirmado en la segunda posición, a cuatro puntos del Barcelona, su próximo adversario en Mestalla.
Borja Bastón: Un gol suyo, el primero con el Málaga en esta temporada de la Liga, valió muchísimo para su equipo. No sólo los tres puntos en La Rosaleda, además contra un rival directo por la permanencia y con remontada, sino el entusiasmo, la ilusión y la confianza y, a la vez, salir del último puesto de la clasificación que ha ocupado su conjunto cuatro de las cinco jornadas recientes.
José Bordalás: "No tengo palabras. Es un reconocimiento al trabajo". Su nombre, coreado en el Coliseum Alfonso Pérez por las aficiones del Getafe, su club actual, y del Alavés, el conjunto al que impulsó a Primera División hace dos temporadas, suena con fuerza en la Liga, en su estreno en la máxima categoría, mientras crece su equipo, invicto en sus últimos cuatro duelos y en mitad de la tabla.
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El derbi: El duelo entre el Atlético y el Real Madrid no cumplió con las expectativas. Hubo tensión, contacto, intensidad, pelea, pero muy poco fútbol, lejos de la magnitud del derbi a lo largo de su historia y en los últimos tiempos, con dos finales de la Liga de Campeones incluidas. La presión del Barcelona, el miedo a perder y las dudas actuales de los dos equipos superaron con creces al juego.
Antoine Griezmann: En el minuto 76, con 0-0, Simeone movió su banquillo. En la banda esperaban Fernando Torres y Kevin Gameiro para entrar al campo, mientras Griezmann miraba con atención hacia allí. Probablemente intuía un cambio que hace meses era impensable con empate sin goles, pero que en este curso, inmerso en su peor racha goleadora con el Atlético, ya por ocho encuentros seguidos sin batir la portería rival, ha ocurrido otras tres veces más: en Roma en la Liga de Campeones y en Leganés y en La Coruña en la Liga.
Karim Benzema: El derbi cuestionó el nivel actual de los dos equipos y de muchos futbolistas. Uno por encima quizá de todos en el Real Madrid, el delantero francés, invisible durante los 75 minutos que disputó frente al Atlético, hasta que fue reemplazado por Asensio. Cristiano también sigue gris, lejos de aquella velocidad y pegada de antes, pero al menos contó con alguna ocasión en ataque.
Alavés: Cuando su reacción ya parecía un hecho con la llegada de Gianni de Biasi, ganador al primer partido y reconfortado antes del parón con otro triunfo, el 4-1 en Getafe es un golpetazo para el equipo, sobre todo por las formas. "Me da vergüenza ver que no hemos actuado bien ni hemos dado una contestación diferente. Necesitamos pensar mucho en lo que hemos hecho hoy", recalcó el técnico.
