El uruguayo Lugano se despide del Sao Paulo con dudas sobre su futuro
Una Copa Libertadores, un Mundial de Clubes y un Campeonato Brasileño, además de carisma y entrega, han sido suficientes para que el defensa uruguayo Diego Lugano se convirtiera en un "Dios" en el Sao Paulo, club con el que disputó hoy su último partido sin haber decidido cuál será su próximo paso.El defensa, de 37 años, fue titular del equipo paulista este domingo, en la última jornada del Campeonato Brasileño, después de cinco meses sin jugar un partido y se entregó como aquel joven que en 2003 vistió por primera vez la camiseta del Sao Paulo.
Los hinchas del Sao Paulo volvieron a demostrar el domingo su idolatría por Lugano, una especie de deidad para los paulistas que cierra ahora un capítulo de su carrera en el club que le encumbró como jugador.
Tras más de diez años fuera del Sao Paulo, Lugano volvió al equipo en 2016 y fue recibido en medio de una gran ovación de los aficionados del club, que años atrás le otorgaron el apodo de "DIO5" y su apoyo incondicional, que este domingo volvieron a mostrar.
Nada más llegar Lugano demostró su importancia para los paulistas: centenas de personas se aglomeraron en el aeropuerto de Guarulhos, en Sao Paulo, y corearon su nombre, en una faraónica demostración de apoyo.
Lugano regresó dispuesto a "poner el pecho ante las balas" y lo hizo. Fuera del terreno de juego desde julio, el defensa estuvo presente en los momentos más difíciles del club, que esta temporada luchó contra el descenso a la segunda división.
El camisa 5 del Sao Paulo tiró de su vasta experiencia y en los últimos cinco meses sin jugar aprovechó para subir la moral del resto de sus compañeros y evitar la temida caída a la Serie B del Campeonato Brasileño.
Antes de la despedida de hoy, Lugano enfrentó su último partido el 2 de julio, cuando el equipo sufrió una derrota por 2-0 ante el Flamengo que culminó con la destitución del histórico portero del Sao Paulo Rogerio Ceni, quien había asumido las riendas del club meses antes.
Ídolo de la afición del Sao Paulo por su temperamento, seguridad y el respeto que impone a los adversarios, el jugador disputó una decena de encuentros esta temporada para terminar de acumular más de 200 partidos con el Tricolor, sumado su paso por el Sao Paulo entre 2003 y 2006.
Llegó al Sao Paulo por primera vez en marzo de 2003 por decisión del entonces presidente Marcelo Portugal Gouvea, sin la aprobación del entrenador de aquella época, Oswaldo de Oliveira.
Sufrió bastante al principio debido a que nadie conocía sus virtudes y en el comienzo se mostró excesivamente tosco en su juego, pero dos años después era titular indiscutible del equipo y en la selección de Uruguay, donde fue capitán.
En los diez años en los que estuvo por fuera del conjunto de Morumbi, el uruguayo jugó con el Fenerbahce turco, el París Saint-Germain, el Málaga español, el West Bromwich inglés y el sueco BK Häcken, además de con el Cerro Porteño paraguayo.
Con este extenso palmarés, Lugano dijo este domingo adiós al Sao Paulo con la duda sobre si jubilarse de manera definitiva o prolongar su carrera un año más en otro club. En unos días, decidirá.