"Anacleta, ponme el macuto que me voy a la cárcel"
Olga MartínMadrid, 18 dic .- Empezó con una felicitación al Real Madrid por el Mundial de Clubes "brillantemente conseguido", para sorpresa de algunos, y hora y media después acabó con una reivindicación sobre la falta de dignidad que sufrió en sus días en la cárcel.
Entre un mensaje y otro Ángel Villar hizo sitio para hablar de muchas cosas. Entre ellas para desmarcarse de haber influido en la posible amenaza de la FIFA de dejar a España sin Mundial y para responsabilizar al Gobierno de ser el único culpable si eso pasa.
También para detallar las injerencias del Consejo Superior de Deportes (CSD) en la Federación Española de Fútbol (RFEF). Para denunciar que el objetivo de José Ramón Lete, su presidente, es apartarle de la presidencia por cualquier vía.
No dudó en asegurar que "se ha utilizado a fiscales, a la Guardia Civil y a Tribunales". Dijo que se le "quiere enterrar", que se le quiere "ver colgado". Que han hecho de él "un leproso". Y que todas las acusaciones contra su persona "son falsas".
Señaló a Lete, a Miguel Cardenal, a Jorge Pérez y a Javier Tebas, "a los de siempre". Dijo que va a recurrir hasta el final, a tribunales internacionales y donde haga falta. Que no va a dimitir porque "la defensa se hace mejor en activo".
Que tiene todo el derecho a defenderse si se vota la moción de censura promovida por Luis Rubiales, pero que el presidente es él. "Larrea ejerce las funciones. Yo lo hice cuando Platini estaba sancionado, pero no era el presidente, era él", subrayó.
Y la cárcel. No podía faltar. En 90 minutos de una comparecencia que el moderador abrió diciendo que no iba a prolongarse demasiado porque Villar tenía que acudir a otro sitio, los once días en Soto del Real tenían que tener su momento.
Cuando le preguntaron si creía que volvería a la cárcel respondió sin dudas. Su negación fue firme: "No hemos hecho nada. Todo se ha preparado. Me están linchando". Pero verse privado de libertad tiene que dejar marca y la cicatriz que ha dejado en Villar se vio en forma de mensaje reivindicativo.
Si en la puerta de la misma prisión de Soto ya tuvo palabras de cariño para los reclusos con los que coincidió allí, hoy recriminó a quienes elogian las condiciones de las cárceles sin conocerlas.
"Que vayan esos señores que dicen que el sistema es bueno. Anacleta ponme el macuto que me voy siete días a la cárcel para ver si el sistema es bueno. Que vayas a un colchón que está manchado yo no se de qué. Que vayas a hacer tus necesidades y te encuentres una cisterna... o pase tu compañero y te vea defecando...", relató.
Y prosiguió. "En la cárcel está limitada la libertad pero los servicios tienen que ser dignos. cualquier político que no haya estado en la cárcel no puede hablar".
Villar dijo todo esto y mucho más. Llegó a anunciar que si vuelve al cargo de presidente pedirá a Mariano Rajoy que sea auxiliar de Julen Lopetequi. "Yo sé que el presidente del Gobierno es muy capaz, pero me ha sorprendido que sepa de todo".
Después lo definió como anécdota. Habló mucho tiempo tranquilo. Saludando con cariño a quienes conoce de hace tiempo. Preguntando el nombre y el medio a quienes no identificaba. Y mandando callar cuando le interrumpían sin haber terminado. Igual que hizo siempre.
Sin muchas ganas toleró hasta las preguntas de Miguel Galán, el responsable de las denuncias sobre los casos del Recreativo, el Marino y el mal uso de una subvención del CSD que le imputan en un juzgado. Fue quizá el momento más tenso. Galán abandonó la sala donde Villar no se reprochó errores y siguió hablando.
Lo hizo solo, sin nadie de su entorno habitual a su lado. Frente a una treintena de micrófonos y otras tantas cámaras que le esperaron a la llegada, le persiguieron a la salida y plasmaron para siempre otro momento histórico del fútbol español y de alguien que ha estado 29 años al frente de su federación.
