Vender experiencias, la próxima frontera de los clubes de fútbol
Los clubes de fútbol profesional, que hasta ahora han ofrecido al aficionado entradas y abonos para ver los partidos, podrían dar el paso próximamente de ofrecer experiencias a sus seguidores, tales como encuentros y viajes con los jugadores o vivencias únicas sobre el terreno de juego.Entrar en el vestuario en una charla previa a un partido, tener un encuentro con el técnico y los jugadores tras el encuentro o estar sentado en el banquillo son algunas de las experiencias que según los fundadores de la plataforma Wingy, próximamente ofrecerán los clubes a sus aficionados.
"Hay un mercado, la gente estaría dispuesta a pagar por estas experiencias y para los clubes es una nueva vía de ingresos que no están explotando", asegura a EFE Carlos Blanco, uno de los seis cofundadores de esta compañía de lo que denomina 'marketing experiencial' vinculado al balompié.
Esta plataforma ha comenzado a funcionar recientemente ofreciendo cinco experiencias diferentes con el Real Mallorca, un histórico en Segunda División B, con el objetivo de regresar a la división de plata.
Entre ellas está un encuentro con los jugadores y el entrenador tras el partido con la asistencia a la rueda de prensa incluida, o una experiencia para once niños y niñas que acompañen a los jugadores en su entrada al terreno de juego.
"Con el Mallorca surgió la oportunidad porque ya tiene una visión de poner al aficionado en el centro", explica Blanco. El conjunto bermellón, propiedad del grupo Liga ACQ Lagacy Partners LLC que posee entre otros la franquicia de la NBA estadounidense Phoenix Suns, ya contaba con una propuesta similar, parecida a lo que se estila en varios deportes en Estados Unidos.
El punto de vista que los fundadores de Wingy quieren aportar es ofrecerle al club una labor de consultoría con decenas de diferentes acciones, para que elijan cuáles se adecúan más a su plantilla e hinchada, y los medios tecnológicos para llevarlas a cabo.
"Hay clubes que no están del todo profesionalizados, y nosotros les damos la plataforma y el método de pago, así como les ayudamos a gestionar la experiencia", asegura Blanco.
Para ello, no obstante, lo fundamental es concienciar a los jugadores y el cuerpo técnico. "El consejero delegado del Mallorca, Maheta Molango, nos contaba que los jugadores tienen que pensar que son activos del club, igual que lo son de las marcas. Se tienen que involucrar, es una barrera que hay que romper", añade Blanco.
De hecho, algunas marcas que patrocinan a los grandes equipos de fútbol ofrecen ya experiencias similares como un tercer banquillo en el campo o el lanzamiento de penaltis en el descanso, relacionadas con sorteos o programas de afinidad, algo que los creadores de Wingy quieren llevar directamente a los clubes.
"Con las marcas pensamos que la relación del club y sus aficionados no llega al máximo. Es fácil ver palcos de marcas vacíos en los estadios", apunta Carlos Blanco.
Por esta propuesta ya se han interesado varios clubes de Segunda División (LaLiga 1/2/3) y Segunda 'B', y los fundadores de esta compañía tienen previsto hacer una ronda de presentación del proyecto a equipos de Primera (LaLiga Santander).
"Estamos creando un mercado de cero. Tenemos un plan ambicioso, pero anticipar resultados es arriesgado. El objetivo fundamental es agregar demanda de estas experiencias", añade Blanco.
Detrás de Wingy (denominación construida a través de dos palabras del inglés: 'wing', alas, y 'win', ganar) hay un grupo de seis emprendedores procedentes de distintas áreas profesionales, como el deporte, la tecnología y la consultoría, que coincidieron en un máster en la escuela de negocios IE. Aseguran que su idea ya ha traspasado fronteras y ha provocado interés en EE.UU. y Argentina.