18 años de cárcel para un entrenador por abusar de una menor
La Audiencia de Pontevedra ha condenado a un entrenador de un equipo de fútbol a 18 años de cárcel por abusos sexuales de forma continuada sobre una jugadora, que empezaron cuando ella tenía 14 años, y a otros nueve meses por exhibir material de pornografía infantil a otra pupila suya, también menor.
Los magistrados consideran acreditado que a finales de enero de 2016, cuando el procesado tenía 37 años, empezó a mantener relaciones sexuales consentidas con la chica, que acababa de empezar a jugar en el equipo de fútbol que aquel dirigía en Mos (Pontevedra). Los jueces indican en la sentencia, divulgada este jueves por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, que la menor accedió a enviarle en numerosas ocasiones fotografías y vídeos de ella desnuda y en actitud sexual.
Además de la pena de cárcel, el tribunal ha impuesto al entrenador la prohibición durante 20 años de aproximarse a ella y lo condena a siete años de libertad vigilada una vez que salga de prisión.
Esta medida consiste en la prohibición de acudir a espectáculos o acontecimientos públicos o deportivos destinados a menores de edad, e incluso aproximarse a menos de 500 metros de los recintos donde se lleven a cabo estas actividades, y además deberá someterse a un programa de educación sexual.
El acusado, que es reincidente, ha sido inhabilitado para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por un tiempo superior en cinco años al de la duración de la pena de prisión impuesta.
En el juicio, que se celebró a puerta cerrada a principios de mes en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, el fiscal elevó su petición de pena de 26 años y ocho meses de cárcel a 33 años para Jesús G.F., quien con anterioridad había sido condenado a dos años también por abusos sobre menores.
Según se recoge en el escrito de la Fiscalía, el acusado comenzó a mantener relaciones sexuales con una de las jugadoras del equipo al que entrenaba entre finales de diciembre de 2015 y principios de enero de 2016. Las relaciones se mantuvieron periódicamente en distintos momentos y lugares, hasta la detención de Jesús G.F. en octubre de 2016.
Para ello se valió, según indica el ministerio público, tanto de su diferencia de edad como de su condición de entrenador y mentor, así como de la "especial situación familiar" de la víctima, logrando así obtener su "total confianza y sumisión".
Según informó la Guardia Civil días después de su detención, este entrenador de fútbol fue denunciado por el padre de una de las chicas, con la que mantenía una relación sentimental "aparentemente consentida".
En el marco de la investigación, la Guardia Civil pudo concluir, a través de grabaciones de vídeo obtenidas en la vía pública, que Jesús G.F. pudo haber mantenido relaciones sexuales con la menor en el interior del vehículo que conducía habitualmente el detenido.
En el registro de su domicilio, la Guardia Civil se incautó de un ordenador, un disco duro externo, diez DVD, dos dispositivos de almacenamiento y una vídeo-consola.