García de la Vega pide que se inscriban sus acciones como dueño del Murcia
El empresario mexicano Mauricio García de la Vega, quien afirma ser el propietario legítimo del Real Murcia, presentó este martes, en el estadio Nueva Condomina, la documentación que según él y algunas instancias judiciales y deportivas lo acreditan como dueño de la institución, y ha pedido que se inscriban sus acciones.
García de la Vega, a quien se le impedía acceder a las oficinas del club de fútbol hasta el lunes, día en el que Víctor Gálvez era el presidente de la entidad, acudió acompañado por el notario Javier Escolano.
El empresario presentó el laudo del Tribunal de Arbitraje Deportivo que lo reconoce como dueño del club y la escritura pública sobre la propiedad del 84,2 % de las acciones adquiridas en su día al empresario extremeño Raúl Moro y la autorización del Consejo Superior de Deportes) para proceder a su inscripción.
También portaba las cartas remitidas a los consejos de administración que anteriormente dirigieron el club y varios comunicados y notas de prensa en los que el actual consejero Gabriel Torregrosa y el secretario, Higinio Pérez, manifestaban que el mexicano "debía ser inscrito como máximo accionista".
García de la Vega, quien exige la inscripción de su paquete accionarial mayoritario, recordó que el 24 de octubre impugnó la ampliación de capital por 18 millones de euros impulsada por Gálvez y ha mostrado cierta confianza en quienes desde el lunes y de forma provisional gestionan el Real Murcia.
"Confío en este consejo de administración, que está formado por personas profesionales y serias", ha apuntado, para añadir que espera que "cumplan la legalidad y su responsabilidad" inscribiendo sus acciones.
"El conflicto terminará en el momento en el que se inscriban mis acciones y yo pase a ser el presidente del club", ha añadido antes de insistir en que desea "sumar" y "hay que cumplir con las obligaciones económicas que el club tiene contraídas".
Actualmente hay pendientes el pago de tres nóminas a los miembros de una plantilla cuyo equipo compite en el grupo IV de Segunda División B y cuya pretensión es ascender a la Liga 1/2/3, algo necesario para afrontar el futuro de una sociedad anónima deportiva que acumula una deuda que ronda los 55 millones.