El Ebro sigue intratable una jornada más
Jornada 25 en el grupo tres de Segunda B. Los representantes aragoneses, Ebro, Teruel y Ejea, disputaron sus respectivos partidos sin que en ninguno se diera una derrota. Los arlequinados siguen imparables y volvieron a ganar. Esta vez en casa del Alcoyano por 0-1. Los turolenses empataron a uno frente al Castellón, un rival directo. Y los ejeanos también sumaron un punto, tras un 1-1, ante el Espanyol B.
El Ebro, siete jornadas seguidas sin perder
Los de Manolo González visitaban uno de los peores feudos de la categoría. El Alcoyano solo ha logrado 13 puntos en 12 partidos ahí, y el Ebro logró sacar petróleo. Los arlequinados salieron al partido intentando adelantarse pronto en el marcador ya que los locales habían salido algo despistados, pero pronto iba a llegar el primer contratiempo para el Ebro. Víctor García tenía que ser sustituido por lesión.
Pese a ello, cinco minutos más tarde, en el 15, Raúl González conseguía abrir la lata. El delantero engatillaba un disparo imparable para el meta local. El partido transcurría, y ya a falta de 12 minutos para el final, el Alcoyano dispuso de un penalti para igualar. Pero los alicantinos estrellaron el balón en la madera. Tras eso, el partido concluía con una nueva victoria arlequinada que acerca más aún al Ebro al play off de ascenso.
El Teruel, de uno en uno
Seis partidos consecutivos son los que lleva el cuadro de Daniel Aso sin perder. Algo positivo para un equipo que quiere salir de abajo. En esta ocasión, los rojillos lograron un valioso empate en casa de un rival directo, como es el Castellón.
Los locales se adelantaron a la media hora de juego, y los aragoneses tuvieron que remar a contracorriente, hasta conseguir la igualada. Jorge Ortí, en el 71, lograba el tanto del empate final ante la pasividad defensiva de los castellonenses. Al final, empate valioso para el Teruel, que sigue sumando para tratar de alejarse de la zona peligrosa.
El destino es cruel con el Ejea
Los de Guillermo Fernández sumaron un punto que supo a poco viendo como fue el transcurro del partido. Pronto se adelantaron los locales, obra de Mainz. El delantero recibió un taconazo de De Mesa, y se plantó sólo ante el meta visitante, al cual logró batir.
Ya en la segunda mitad, ocurrió algo inhabitual. El árbitro principal se lesionaba, por lo que un linier tenía que ejercer de colegiado, y su banda se quedaba descubierta, algo que iba a condicionar el resultado final.
A todo esto, el partido, ya en el descuento, se alargó 10 minutos más. Y en el 90+7', el filial perico lograba un empate algo polémico, ya que pudo ser en fuera de juego, pero al no haber linier en esa banda, por la lesión del árbitro principal, se dio por válido.