La selección descansa en Gijón tras un caluroso recibimiento
La selección española completó el viaje de Bucarest a Gijón con un vuelo hasta el aeropuerto de Ranón y posterior desplazamiento en autobús a Gijón, con un cálido recibimiento a un grupo de jugadores que el domingo se miden a Islas Feroe para dejar el pase a la Eurocopa 2020 más que encarrilado.
Después de firmar el pleno de triunfos en las cinco jornadas disputadas en el estreno oficial de Robert Moreno en el cargo de seleccionador ante Rumanía, la selección española dedicó toda la mañana del viernes al viaje de vuelta.
En esta ocasión no hubo regreso de madrugada a La Ciudad del Fútbol de Las Rozas y el plan de viaje diseñado por el cuerpo técnico fue descanso en Bucarest tras el partido, para madrugar y completar el viaje. A las 9:30 hora local rumana partía el vuelo que aterrizaba en el concejo de Castrillón, Principado de Asturias, diez minutos antes del horario previsto, a las 13:50 hora española.
A la salida del pequeño aeropuerto de Ranón un centenar de aficionados de la selección española esperaban junto al autobús la salida de los internacionales. Algunos como Dani Ceballos provocaron la alegría de todos parando a firmar autógrafos y haciéndose fotografías ante la alegría de los seguidores.
España completó en autobús los 50 kilómetros hasta Gijón, para quedar concentrada en el Hotel OCA Palacio de la Llorea, donde llegaron a tiempo de presenciar en la comida de equipo los últimos cuartos del Mundial de baloncesto y ver ganar a la selección española a Italia.
Tras la siesta, los internacionales se desplazarán a la escuela de fútbol de Mareo, donde primero comparecerá el debutante Pablo Sarabia a las 18:30 y desde las 19:00 regresará la Roja al trabajo con un entrenamiento en el que Robert Moreno separará a los titulares de Bucarest del resto del grupo.