Duro momento para Aitor Ocio: "Estoy tocado, muy tocado"
Aitor Ocio no levanta cabeza. Tras el varapalo moral que fue encontrarse apartado y sin ficha en la pretemporada tras la llegada a Bilbao de Marcelo Bielsa, este jueves se anunciaba su paso por el quirófano que seguramente le haga decir adiós a la temporada y puede que incluso a algo más. Son 5-6 meses de baja por delante. "Estoy tocado, muy tocado, porque es un palo. Pero por otro lado ya se sabe lo que es y a partir de ahora, a ponerle solución. Era un poco desesperante ver que pasaban los días y no había ningún tipo de mejora, que los dolores persistían y me impedían poder entrenar". El central explica su hartazgo porque "llevaba tiempo con molestias durante la pretemporada.
El día del encuentro ante el Sestao acabé con muchos dolores en la zona. Es una lesión que muchas veces se confunde con temas de pubis, de abductores, por la zona que es", según publica Mundo Deportivo.
"Pensábamos que era una sobrecarga, unas molestias musculares. Seguí entrenando pero acababa el entrenamiento con dolores. Moderando el trabajo y con analgésicos y antiinflamatorios iba llevándolo como podía, pero llegó un día que no había manera. Se optó por un tratamiento conservador para hacer desaparecer los dolores en la zona, pero como han persistido se ha optado por un tratamiento más específico hace un par de semanas y que han encontrado el daño", relata Ocio.
El defensa gasteiztarra abunda en datos al afirmar que "es algo que puede tener cualquier persona, pero si a esto se une una actividad como la mía u otras con gestos repetitivos en la zona de la cadera, con el tiempo puede aparecer este tipo de lesiones". "A veces aparece antes,
otras después y puede tener distintos grados. En mi caso tiene una afectación especial, el cartílago se va dañando, genera un dolor permanente, continuo y no queda otra alternativa que una intervención quirúrgica para recomponer lo dañado y frenar el avance de la lesión".
Ocio cumple el día 28 los 35 años y lleva unas campañas en las que casi no ha jugado por problemas físicos. Un escenario al que se une su situación personal que marca totalmente sus opciones laborales, por eso la sombra de la retirada no le es descartable: "Las circunstancias de los últimos años han sido muy complicadas, lo único que quiero es poder estar bien y poder estar al cien por cien, principalmente para la vida diaria. Hay casos en los que deja ciertas secuelas. Ahora me tengo que preocupar de estar bien, de recuperar las sensaciones. En la medida que pueda trataré de acortar los plazos. Tengo ganas de que llegue el día de la operación. Lo que pueda venir después ya lo pensaré en su momento".