Josu Urrutia celebra su primer año en un volcán
Hoy día de San Fermín, se cumple un año de los últimos comicios electorales. Los que trajeron consigo la mayor participación de la historia con más de 21.000 socios ejerciendo su derecho a voto en el Palacio de Ibaigane y proclamando a Josu Urrutia Tellería como el presidente número 31 de la historia rojiblanca. Además también nos dejaron el dato de la mayor ventaja entre dos candidatos al superar en más de 2.200 votos a su oponente Fernando García Macua. Urrutia tomó el mando la noche de San Fermín de 2011 y prometió ponerse a trabajar para el Athletic.
Los primeros conflictos llegaron con la auditoría encargada que ni mucho menos coincidia con las cuentas auditadas por la anterior directiva de Fernando García Macua. Un problema semántico con los 'socios barria' sobre si debía o no consideráseles socios de pleno derecho y por lo tanto contabilizar el dinero ingresado ya por estos en las arcas del Athletic trajo el primer conflicto. Tras cruces de declaraciones entre la directiva actual y la anterior, la Asamblea de Socios Compromisarios, órgano soberano del club, aprobó las cuentas y el presupuesto de la temporada en curso.
En lo deportivo los comienzos tampoco fueron fáciles para el Athletic. Los malos resultados en el primer mes comenzaron a traer las dudas sobre el proyecto de un desconocido Bielsa en estas tierras. Sin embargo, como siempre ocurre en el fútbol, el acierto de colocar la 'pelotita' en la portería rival aplacó poco a poco las dudas y las convirtió en loas al equipo, al juego y al propio técnico argentino. Así, llegaron las exhibiciones europeas ante Manchester United y Schalke 04 que todos los aficionados del Atheltic guardarán para siempre en el recuerdo. Alcanzar dos finales en una misma temporada elevó a Bielsa a los altares de las historia rojiblanca. Las finales, por contra, dejaron la imagen de un equipo sin competitividad, algo que lastró al entrenador.
El técnico rosarino, sin embargo, mucho más cauto pedía calma y tiempo para valorar con profundidad lo que se estaba realizando. Tanto es así que no quería hablar de su renovación. Otro punto a analizar de la directiva de Urrutia. Como se había quedado, al final de la temporada se reunieron y tras una semana de reflexión se anunció la renovación del técnico.
En las negociaciones el Club se comprometió a la reforma de las instalaciones de Lezama en un proyecto que contó con la colaboración del propio entrenador Marcelo Bielsa. Y ahí comenzó el principio del fin. A la vuelta de vacaciones Bielsa explotó por el estado de las obras de Lezama, el club le replicó y el matrimonio queda más que tocado tras el conflicto más importante de la era Urrutia y de los últimos años en el Athletic.
Entre medias, Urrutia también ha tenido que lidiar por ejemplo con la renovación de Fernando Llorente, estancada en estos momentos desde hace meses. El delantero concluye contrato el próximo 30 de junio y de no renovar podría abandonar el club gratis. Además Urrutia debe gestionar la cantidad de ofertas que llegarán por jugadores que se han destapado a nivel europeo gracias a la gran temporada lograda.
Tampoco se puede olvidar en este rápido balance a un año de gestión la parte referente a la comunicación. Podría decirse que escasa. Ni el presidente, ni el entrenador conceden entrevistas a los medios. La política comunicativa llevada a efecto por Andrés Arana en la sombra más soleada conocida, hace que Urrutia solo salga una vez al mes para abordar asuntos que pueden llevar 29 días caducados. Es poco entendible que la renovación de Bielsa, pieza capital del proyecto deportivo según se reconoce desde dentro del club, se salde con un comunicado de 25 palabras. Ni qué decir tiene abandonar la reunión de la crisis más importante que han abordado hasta la fecha sin hacer declaraciones no hacia los medios sino hacia la masa social que ha colocado a Urrutia en el sillón que ahora ocupa.