El Athletic remonta al Valladolid y a un Estrada, que hizo de 'Pipi' (4-2)

Asís Martín IIICon un nuevo doblete de Ibai y goles de De Marcos y Herrera arrancó el Athletic la segunda vuelta, goleando pese a los errores arbitrales. Y lo hizo igual que cerró la primera. Ganando en San Mamés, remontando un tanto rival y cogiendo en solitario la cuarta plaza. Es la quinta victoria consecutiva en Liga en La Catedral y la séptima si contamos la Copa, todo un hito para los hombres de Valverde que ya miran al compromiso copero en el Calderón del jueves. 

Decían los agoreros que JIM fue el último técnico en vencer en el viejo San Mamés y que a ver si con el gol en fuera de juego de Oscar... Pues ni con esas ni con un lamentable primer tiempo del trencilla Estrada, que pareció más bien el televisivo 'Pipi', se pudo frenar a los leones. 54 llegadas al área y 23 remates compensaron cualquier negatividad posible antes de medirse a los colchoneros.
Y es otro detalle positivo el fondo de armario. Porque este lunes faltó mucha gente, en la grada y en el césped. Se vio obligado el técnico a mover seriamente ficha ante las bajas de Muniain, Rico, San José y Gaizka Toquero. Beñat, que no era titular en Liga desde noviembre, salía de inicio junto a Iturraspe mientras que Ander Herrera se hacía cargo de la media punta. No importó. Ya hay 39 puntos en el zurrón. 

Ni con la 'Play' queda de bonita la jugada que tiraba el Athletic sacando el balón jugado desde atrás para acabar obligando a Mariño a hacer un paradón a Herrera nada más empezar el partido. Toda una declaración de principios de la impronta que marca este equipo en casa. Toque y verticalidad. Axiomas para llevar la iniciativa ante unos rivales que cada vez temen más su visita a Bilbao y optan por achicar terreno y fiarse a las contras.
Desde un primer momento los leones fueron comiendo la posesión de pelota a los hombres de JIM con cifras cercanas al 70%. Un remedio inteligente para que no se echara de menos el trabajo defensivo de Mikel Rico, ya que pese a las ausencias el equipo contaba con muchos peloteros. Pero el fútbol es más caprichoso que Milley Cyrus. En la primera contra del Valladolid un balón que se le quedó muerto a Oscar entre las piernas permitió al futbolista charro hacer el 0-1 con muchísima fortuna y en fuera de juego. Mal concedido pero lo cierto es que había demasiadas dudas en defensa, sobre todo en los centrales rojiblancos, y cada llegada, aunque eran pocas, generaba inquietud.
La rabia hizo tensar las mandíbulas a los vizcaínos que empezaron a achuchar de lo lindo. Hubo ocasiones para Aduriz, córners a tutiplén y sobre todo se pidieron varias manos en área castellana. Una de Ebert, que la verdad fue difícil de ver, más al menos que la de Bergdich ante un sombrero de Susaeta que sí que fue de escándalo. El trencilla catalán y sus líneas debían estar pensando en la tamborrada donostiarra porque suponemos que no vieron ninguna de las dos acciones ni los agarrones sobre Aduriz. Estuvo fino Estrada...
Una lástima su nefasta intromisión pero tampoco debe ocultarse que pese a su empuje el Athletic llegó mucho, 33 veces en 45 minutos, pero que estaba fallón en el último pase y fue incapaz de sacar partido a una decena de saques de esquina y a doce remates antes del descanso. Por tanto hubo que aparcar el ansia de remontada hasta la reanudación si el árbitro no tenía inconveniente, claro.
A la vuelta se salía en tromba, pero se chocaba contra un muro, que no era la lona de la grada en construcción, sino el meta contrario. A los dos minutos Diego Mariño, al que hoy seguro destacarán nuestros expertos en porteros 'Uno y 13' en su Duelo, volaba para limpiar un fenomenal disparo de Ibai que olía a gol. Y en el 50' despejaba un tiro en irrupción de Iraola tras un glorioso taconazo de Aduriz.
Eran minutos de acoso brutal sobre el área pucelana, aquello parecía la cabalgata de las walkirias con Robert Duvall en la megafonía. 43 balones metidos a la olla, 17 remates, bramaban las estadísticas pero no variaba el marcador, así que Valverde quitó a Beñat e inyectó la baza física de Oscar De Marcos. El rey del desmarque. Casualidad o no por fin Ibai, que está en racha y dedicó el tanto a Morán por el fallecimiento de su aita, iba a conseguir el empate tras acertar en su remate tras un primer intento de Aduriz. Un gol que hacía justicia y que premia al máximo artillero entre los suplentes de la Liga, aunque este lunes marcó como titular.
Con 20 minutos por delante llegó el momento de buscar la victoria. E iba a llegar el 2-1 ante un Valladolid fundido. De Marcos remachaba una dejada de 'helicóptero' Aduriz en el 75' tras un pase inicial de Ibai que seguía con ganas de participar en todas. Un gol de lujo como antesala de la entrada al campo de Erik que esa misma tarde había enterrado a su progenitor con tan solo 44 años. El jarrillero se llevó la ovación de la noche, dejando a todos con la carne de gallina. No era para menos.
Y ya el despiporre fue era lo que quedaba por llegar. Primero el 3-1 del de Santutxu, que repetía el doblete del Almería, tras un espectacular control con el pecho de Aduriz y la ayuda de un De Marcos que hizo un bloqueo digno del italiano Dino Meneghin. Y de cabeza en el 86' anotaba su segundo del curso Ander Herrera que estaba tan eufórico que fue amoinestado por coger el banderín. La alegría pudo más que el sueño del trasnoche y hasta Saborit, el íntimo de Morán, tuvo unos minutos al final jugando como interior.
Todo a pedir de boca salvo el golazo final de Valdet Rama que fue, como empezaba esta crónica, digno de la 'Play'. Es hora de pensar en el Vicente Calderón y en unas semanas complicadas. Colchoneros, merengues y el Sadar esperan ahora por delante.