Raúl García y Aduriz, las torres gemelas del Athletic

Raúl García se colocó prácticamente en paralelo con Aduriz en la zona del centro delantero ante el Getafe. El navarro, integrado como media punta, hizo las veces de socio inseparable del donostiarra en la victoria (3-1) ante el conjunto madrileño. Ambos saltaban a la vez a los balones divididos, daban profundidad al esquema del Athletic Club y caían a banda en una sintonía poco común por tratarse de su primer partido juntos mimetizados la zona ofensiva rojiblanca.

Raúl parecía que llevaba toda la vida en el Athletic. En su línea, labrada en Osasuna y activada en el Atlético, peleó como un jabato, presionó, se descolgó, se desmarcó y anotó un golazo de cabeza soltado el cuero por en cima, como un arco, de Guaita. A su lado, Aduriz, acostumbrado a cabalgar en solitario ante molinos de viento. Los dos brillaron complementándose, sin estorbarse y complicando la vida tanto a Álexis Ruano como a Velázquez, que se tuvieron que multiplicar para sujetar las acometidas ofensivas de una pareja bien avenida. A ambos les une la ambición y la competitividad. Lo cierto es que por sus particulares características se estira al equipo e incluso provoca que condicione su forma de jugar. Seguramente se tire más de balones largos y de segundas jugadas en la corona del área contraria. Tener juntos a Aduriz y al nuevo 22 es lo que tiene. "Con los buenos jugadores es fácil entenderse, Raúl te facilita las cosas", subrayaba el ariete, a lo que coincidía también el navarro a la hora de calificar una asociación que se antoja muy fructífera este curso en Bilbao.