Marco: "Estoy en el club que me quiere y yo quiero estar"

Carlos Marco alardea de toda una vida emparentado con el Santutxu, primero como un rocoso futbolista y después den labores de entrenador, primero en Regional y después en Tercera. Ha roto barreras con más de 200 partidos en Tercera, y crea escuela en la entidad presidida por Mitxelo. Acaba de sellar su contrato por una tempora más, la novena, apadrinando un proyecto que lucha contra molinos de viento y codeándose con la élite vizcaína bajo un presupuesto más que modesto. "Estoy convencido de que este trabajo tendrá su recompensa algún día y podré entrenar en una categoría superior", subraya.

- ¿Qué significa una novena temporada? - Algo muy complicado actualmente. Estar nueve temporadas consecutivas en las cuales siempre se han consegido los objetivos marcados por el club.
- ¿Por qué no aguarda a junio en previsión de posibles ofertas? - Estoy en el club que me quiere y en el quiero estar. Es donde trabajo y me dejan trabajar muy a gusto. Mi sintonía con el presidente es muy buena, si no sería imposible estar tanto tiempo, y donde mi grupo de trabajo es fenomenal e imprescindible. También estoy convencido de que este trabajo tendrá su recompensa algún día y podré entrenar en una categoría superior.
- ¿Es posible hacerlo mejor en el Santutxu? - Este equipo desde que yo llegué siempre ha crecido, aunque con pasos pequeños. Todavía tiene retos para esta temporada y para la siguiente. Con los pies en el suelo, pero para seguir creciendo.
- ¿Qué retos se marca como entrenador, su verdadera pasión? - En lo colectivo volver a tener un grupo de jugadores tan compormetidos y con esa ilusión que nos hace ser tan competitivos para volver a obtener los objetivos. En lo personal seguir teniendo la misma ilusión y ganas de poder hacer lo que más me gusta, entrenar.
- ¿Y cómo se consigue sacar petróleo con jugadores fichados de Regional para que funcionen en Tercera? - Hay que hacer un seguimiento de los mejores que veas por debajo. Con nuestro presupuesto es necesario tener imaginación, ver muchos partidos y después darles la oportunidad de jugar. No podemos aspirar a los jugadores que fichan otros equipos.