Iker Muniain: "Era desmedido que me compararan con Messi"

Iker Muniain, que acaba de lanzar su nuevo logotipo y vídeo promocional, recuerda que las comparaciones con Messi en su meteórica irrupción con apenas 16 años en Primera División con el Athletic Club le llegaron: “Era desmedido, la gente se dejaba llevar por la euforia. Nunca me ha afectado, siempre he sabido quién soy. Sabía que tenía mucha proyección, pero hacía mi camino”, rememora con naturalidad.

"Bielsa sabe una burrada de fútbol, de Caparrós me quedo con su pasión y energía y de Valverde que es un entrenador top, lo hace todo sencillo" Muniain, que se va recuperando cogiendo un ritmo de crucero tras regresar a los terrenos de juego, es consciente que debe mejorar el golpeo a puerta: “Me han puesto la etiqueta de que no levanto el balón. Sí es cierto que no tengo el golpeo de Messi o Cristiano, pero no hay que volverse loco”, lanza. Reconoce también que le cuesta “marcar de cabeza, aunque salto bien, pero debo mejorarlo”. Sobre su posición en la cancha desliza que “hay veces que me siento más a gusto en la banda y otros de mediapunta”.
Repasando sus tres entrenadores en la primera plantilla, Muniain describe de la etapa de Bielsa que fue “una época bonita, pero al año siguiente estábamos fundidos. Te podía convencer de si esta pared es blanca te la hace ver negra, tenía esa capacidad. Lo que sabe de fútbol es una burrada”, destaca. De Caparrós, quién le hizo debutar en la élite, se queda “con su pasión y energía, lo que transmite”, y Ernesto Valverde, su actual míster, que “es un gran entrenador top, la calma, la tranquilidad y lo sencillo que lo hace todo, al equipo le viene de maravilla”, deslizó en una entrevista en Radio Nervión.
Iker Muniain se congratula del proyecto que se va cimentado a su alrededor en el club de Ibaigane: “Se está creando un presente y un futuro muy ilusionante con un equipo muy potente para conseguir cosas”. Recuerda que “el hecho de jugar 7 finales en los últimos años hay que valorarlo”.
El ser vasco supone, asuma el 19 rojiblanco, una “responsabilidad extra y una responsabilidad, que es gustosa. Es un club único en el mundo, y por suerte no me ha tocado tener un año muy malo”. Las últimas sobrecargas tras su recuperación no le han laminado, y menos el hecho de disfrutar con su niño pequeño: “La vida te quita unas cosas y te da otras, un niño te cambia la vida para bien”. Bromea subrayando que “de un marcaje me puedo escapar, del berrinche no..., le ha costado dormir bien”.
Este domingo, avisa, se presenta, un envite “vital” ante el Granada, -“estamos en la pelea de Champions aún”-, alerta, y el jueves, ante el Sevilla, -“nos jugamos gran parte de la eliminatoria, un duelo a cara de perro, de los que gusta jugar”, remata.
El estado del césped de San Mamés, muy castigado, preocupa en la caseta. “Hay que solucionarlo, ese estadio no puede tener ese césped”, apostilla.
Laporte no podrá actuar hasta la pretemporada por culpa del peroné: “Ha sido un palo duro, sabemos de su calidad, es un central espectacular, pero se confía en los demás centrales”. Si se fugará al Manchester City, lo esquiva con cierto cachondeo: “Eso en otra ventanilla… ojalá que no, en mi equipo quiero a los mejores”.
También le tocó a él estar permanentemente en los papeles, borrado de cuajo con dos renovaciones en dos años antes de acabar contrato y cuando se lesionó de ligamento cruzado. La selección española no la olvida: “Es uno de los objetivos que tengo, ya debuté con la absoluta y poco a poco intentar entrar en los planes”, tras sellar el récord de participaciones en el seno de la Sub-21 que ahora le puede arrebatar su amigo Deulofeu.