¿Qué previsiones hay para la segunda parte de la Liga?

Han pasado muchas incidencias desde el comienzo de esta temporada en el Athletic Club hasta hoy. En verano no se reforzó el equipo externamente, por el motivo que sea, y por tanto no se oxigenó. Entramos en la Liga con jugadores empequeñecidos en el físico, sin la veracidad de acontecimientos como temporadas pasadas y con el susto de Raúl García, la renovación de Laporte, etc...

Durante el transcurso de las jornadas se han producido muchas lesiones, como la de Kepa Arrizabalaga, Óscar De Marcos y la enfermedad y recuperación de Yeray Álvarez, la cesión de Iago Herrerín y la desesperada llamada para la repatriación de Alex Remiro. Demasiados sobresaltos.
Y la cuestión es que existe mucha similitud en el comportamiento del Athletic entre esta primera parte de la temporada y la pasada. Los números de esta primera vuelta son gemelares con la anterior, 29 puntos por 28 la anterior; en casa 20 puntos por 17 la anterior, fuera 8 puntos por 11 la anterior; 24 goles a favor por 21 en contra frente a 27 a favor por 22 en contra la anterior.
En este sentido diría que hay normalidad pero se palpa cierta congelación o negatividad en el entusiasmo del entorno. Contrario a lo que he leído y escuchado, yo sí creo que nos está invadiendo una palabra descorazonada: desgaste, y no sólo físico, lo hay con el entrenador, con ciertos jugadores, con los arbitrajes, con los horarios, etc...
Y el hilo conductor de este deterioro es el juego, sin duda. Aparece una disyuntiva clara, juego despistado o interesado. Me explico. Estamos denotando cierto pesimismo y acritud ante el juego, entendido literalmente como su definición lo cataloga pero sin aplicar un justo criterio táctico.
Le vemos bacheado y diametralmente antagónico con lo visto no hace mucho si haríamos una retroactividad pero lo cierto es que los mimbres actuales no son para construir una torre con pedigrí sino una construcción estable y menos vistosa. Para generar una estructura ofensiva que favorezca un juego asociativo y agradable hacia el espectador se necesita mucha movilidad, crear espacios, circulación fluida, velocidad de traslación y de ejecución. A día de hoy, ni Aduriz, ni Raúl pueden ofrecer ese desarrollo.
Además, y quitando a Williams y a Muniain, no hay jugadores con verticalidad máxima, las bandas tampoco son incidentes y la salida de balón no se busca intencionadamente sino a partir de una caída. Por este motivo me inclino a exponer que el juego es interesado, porque el Athletic practica su concepto de ataque en función de su composición, y con una máxima: la intensidad.
Un dato objetivo de esta transformación: somos el quinto equipo menos goleado y el decimotercero menos goleador. Finalizamos menos porque creamos menos. En casa nos vale para ganar pero fuera no es suficiente. La misma línea y similitud que en Liga ha sido nuestra competición de UEFA Europa League, bien en casa y fatal fuera, y con los mismos rasgos. En copa, ídem, partidazo en casa y justitos fuera.
¿Y para la segunda parte de la Liga? ¿Cuáles son las Previsiones? Pues, viendo la clasificación y los equipos que ocupan los primeros puestos, con un nuevo invitado, se antoja primordial cambiar el rol fuera de casa para no descolgarnos, e ir con la idea de ganar con la misma intencionalidad que en casa, sin miramientos y con ambición. Si no, agur a Europa.
Semanas normalizadas, recuperación de fuerzas hasta febrero... Luego a pensar en la Liga y en pasar eliminatorias en el viejo continente. Dejemos lo demás aparcado ya que los debates sobre el entrenador y su futuro no generan tranquilidad sino todo lo contrario. El anteproyecto en esta segunda parte de la temporada ya está en marcha, veremos su ejecución.
Por Pablo Palacio
Entrenador de fútbol y Socio del Athletic Club
Otro artículo en ElDesmarque Bizkaia de Pablo Palacio: 'Las siete diferencias del Athletic Club en un año'

@jpablopalacio