En el día perfecto

Será por el partido del Sánchez Pizjuán, será por el regreso de Aritz Aduriz, pero en el entorno zurigorri flotaba un ambiente de que 'hoy es el día'. Al Athletic Club se le presentaba el derbi de Anoeta como un reto. Más allá de que hubiera en el estadio más plástico que en casa de Loni Anderson, vencer en casa del vecino tiene un plus. Y más si oyes tanto piropo, merecido, a la Real Sociedad. Era por tanto y ha sido el día perfecto, ya que los vizcaínos han vencido (0-2) con goles de Raúl García (penalti) y de un excepcional Iñaki Williams, experto en derbis por cierto.

Se ha dinamitado así la mala racha en Donostia (4 seguidas), la mala racha fuera de Bilbao, donde no se ganaba desde septiembre, o la de un vizcaíno sin marcar en ese campo (13 años),... fríos datos que tan solo confirman que el equipo crece y que encara la recta final del curso con hambre y ganas de dar su mejor nota tras una campaña discreta. Sin duda la mejor manera de encarar la visita del Real Madrid y de que la gente vuelva a engancharse. Hoy con medallas para el citado delantero, para Beñat o Yeray. Peor fue perder a San José para el domingo o el golpe que se llevó Lekue.
Ernesto Valverde optó por dar la titularidad a Kepa Arrizabalaga, que se lesionaba el 8 de enero en otro derbi, ante el Alavés, pero no quiso arriesgar de inicio con Aduriz ni con De Marcos, que también salían de la enfermería en una matinal lluviosa en la que tuvieron minutos. Fútbol vasco 100%. Fútbol intenso, presionante, como la presión que metió sin balón el conjunto vizcaíno en los primeros compases tratando de desactivar a una Real que gusta de construir con orden desde atrás. Fruto de ese trabajó tuvo una buena ocasión, envenenada por un defensa, en botas de Williams a los 8 minutos, y qué decir de la del 16' de Raúl García tras un gran pase de Beñat. Lástima que se la dio a Rulli o que luego el de Zizur cabeceó al lateral de la red.
Pese a cierto control de posesión de Illarra y Zurutuza, como ocurriera ante el Sevilla el peligro, el juego, la impronta con la defensa muy adelantada y las tres mejores oportunidades habían sido bilbaínas. Los de Eusebio estaban incómodos sin espacios, Beñat estaba imperial y tan solo les salvaba la dichosa falta de gol rojiblanca, esa manía de perdonar, tan dominical pero tan poca virtud en este deporte. No era normal tanto empeño en errar. En el 26' Yeray sacaba de la chistera a lo Tamariz un penalti maravillosamente astuto que el trencilla murciano señaló de la misma; Rulo, con suspense, lo alojó en la red haciendo justicia a lo visto sobre el verde.
Como es lógico el tanto provocó el despertar donostiarra, es fácil culpar al Athletic de acularse, pero hablamos de un equipo que pelea por ir a la Champions obligado a irse arriba en su campo, eligiendo para ello el carril de un Bóveda desdibujado, demostrando ahí Kepa sus maravillosas condiciones en un cabezazo de Juanmi o saliendo a los pies de Oyarzabal. El portero de Ondarroa, sereno como un amanecer, estaba en todas partes, es un prodigio este chico que hay que reconocer que genera unanimidad. Por si acaso mejor no decir mucho más del tema, que este curso lo de los porteros da para un culebrón.
En la segunda mitad el choque de trenes fue creciendo, tarjetas, piques (con Laporte panchito), y una Real más decidida que se encontró con todo el gafe que habían tenido los del botxo, un doble error defensivo de Martínez y Odriozola permitió a Iñaki Williams romper su mal fario y poner el 0-2 en el marcador con una definición de lujo. ¿Y la jugada del 64? Con caño incluido que no fue gol por 20 centímetros. En su partido 100 el bilbaíno merecía esa recompensa, ya que muchos le niegan todo o lo quieren 'vender con lacito'... Algo que nadie pensaría decir de Aduriz, quien enviaba un balón al palo con los del Txingurri dando ya una exhibición.
Un tanto anulado a Raúl Navas por el colegiado murciano encendió los ánimos con gritos de 'fuera, fuera' que suenan a música celestial cuando uno es el visitante, pero que calientan demasiado la cabeza a gente como Yuri, que pudo ser expulsado por rascar a Yeray en una jugada absurda en una esquina del campo. Este chico... Valverde quiso poner orden con la entrada de Iturraspe y De Marcos, ya que con un 0-2 no había que ganar en zambras y correcalles, por ejemplo Iñigo Martínez la envió al travesaño, así que la recta final fue plácida y casi apoteósica si entra una chilena de Aduriz que calentó motores para hacer frente a los merengues. Fue una mañana redonda.
Medio Día del Club
Solventado el compromiso con los txuriurdines en terreno hostil toca pensar ya en otro de los platos fuertes del año, tanto es así que se ha elegido para Medio Día de ayuda al Club, como es la visita del Real Madrid a San Mamés. El horario de las 16.15 ha obligado a convertir el hermanamiento de Gamiz-Fika en una cena, que se dará por una gala de celebración si se derrota a los de Zinedine Zidane. ¿Dije antes territorio hostil? Esperemos que el Athletic se sienta el sábado en casa. Sin duda ganar en Donosti es una ayuda mayor que la pasta. A buen entendedor...

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