¡Por Dios, Athletic... por Dios!

¿Cómo van esas cuentas? La derrota del Villarreal en el Camp Nou y el empate de la Real Sociedad en Sevilla habían puesto en los ojos de los athleticzales el signo del dólar, como aquellos que lucía en sus cuencas el Tío Gilito. El Athletic Club veía la puerta de Tannhauser abierta antes de disputar en esta 36ª jornada su octavo derbi del curso. Toda una invitación al paraíso. Su hoja de ruta marcaba vencer al Deportivo Alavés en Mendizorroza para aprovechar los tropiezos de sus rivales y depender de sí mismo en las dos últimas citas ligueras ante Leganés y Atlético de Madrid.

Objetivo que se ha escapado 'como lágrimas en la lluvia', que decía Roy precisamente en Blade Runner. Suele decir el míster que el equipo se crece ante las dificultades, y pese a su meritoria trayectoria en abril ha perdido, justo, los dos días prohibidos: en Villarreal y hoy, en mayo, ante los babazorros (1-0) con gol del marsellés Theo Hernández. Un mazazo, total, devastador, ya que visto el calendario de los donostiarras (Málaga y Celta) hay casi más opciones ahora ya de ser séptimos que quintos, y ahí dependes de que el Barça gane la Copa.
Como cantaba Laura Pausinni, "Se fue, se fue...", salvo milagro, es decir ganar en la despedida del Vicente Calderón antes de que lo derruyan, esto ya tiene difícil remedio; tras el gol local el Athletic fue un manojo de nervios y antes, con sus seis ocasiones clarísimas, parecido, las tuvo pero no la supo meter, y luego, como dicta cruelmente este deporte, le tocó perder.
"Es el partido clave de la temporada", había dicho Ernesto Valverde, que tiraba de su once de gala. No cabía fallar, además hay una semana entre partido y partido para recuperar; tampoco se puede ya reservar nada ni en el once, ni en ganas ni en mentalidad. Se asistió por ello a una buena puesta en escena rojiblanca en ataque, Raúl y Aduriz remataron pronto, lo que contrastó con cierta pasividad en defensa, ya que los locales se encontraron con alguna mala cesión que, afortunadamente, no supieron aprovechar.
Algo perdidos en disputas, favorecidas por un flojo Martínez Munuera, los leones perdieron algo de pie. Su ratio de pases bajaba precisión, por lo que se optó por ir a un fútbol más directo que tuvo mucho más éxito: por ejemplo dio lugar a una gran parada de Pacheco tras un imperial remate aéreo de Aritz, otra de 'Adu' en una contra que buscó la escuadra, un 'casi' de Rulo o a un disparo de De Marcos. La más clara babazorra fue un obús de Ibai a los 25 minutos que volvió a avisar de los despistes vizcaínos atrás.
Pero el Athletic dejaba esos huecos porque ya estaba lanzado. Aparte de un par de caídas sospechosas en el área alavesa, en el 28' Beñat la estallaba en el palo tras una buena dejada de un Williams que crecía segundo a segundo, y, pegado, Aduriz desperdiciaba una inmejorable a seis metros de la portería, cuando todo indicaba que era un gol cantado. A Valverde casi le da un 'chungo' en la banda cuando Willy no vio a su brother Muniain, que estaba situado a placer para marcar... ¡Cómo estaban perdonando sus chicos! Fue como para tirarse de los pelos irse al descanso con 0-0.
A la vuelta Iñaki Williams volvía a rozar el palo tras una ocasión inicial del incordión Edgar Méndez, eran ya seis córners y hasta 14 los tiros bilbaínos en apenas 50 minutos, pero increíblemente ninguno había besado la red. Ante ese desperdicio Kiko Femenía se decidió a probar a Kepa, y de la misma el galo Theo Hernández la incrustó en la escuadra tras el rechace de un saque de esquina horriblemente tapado. Un mazazo, cumpliendo la archisabida ley del fútbol, que vino a calentar el ambiente con las escaramuzas de Deyverson, al que le va la 'lambada' más que a la torcida brasileira. Vaya patochadas las suyas.
El 1-0 obligaba ya mucho, porque no valía ni siquiera el empate. Aduriz tuvo otro cabezazo, pero la ansiedad de tener que ganar no hacía sino reforzar al finalista copero. Los alavesistas se crecieron, soltando peligrosas contras que amenazaban infartos y tenían a Kepa Arrizabalaga de líbero, mientras atrás estaban cómodos. Lekue, Rico (por un Beñat muerto), Sabin Merino o Toquero se incorporaron al duelo mientras el reloj corría implacable, con el Athletic en shock, sabedor de lo perdonado y de lo que se esfumaba bajo un sol que en vez de alegre pintaba mortuorio. ¡Que disgusto! Nos han machacado un domingo que pintaba tan bonito. Los tres cambios, de índole ofensiva, y los tres minutos de descuento no solucionaron tampoco nada.
¿Ernesto Valverde se despide de San Mamés? 
El Athletic Club, concluido el derbi de Mendizorroza ante el Deportivo Alavés con derrota, afrontará el próximo domingo el último partido del curso en San Mamés. Unos puntos tal vez ya no tan cruciales con la visita del Leganés de Iago Herrerín, Unai López, Bustinza y Erik Morán, que incluye además la despedida de Gorka Iraizoz, tras diez años en la entidad, y todo indica que la segunda marcha de Ernesto Valverde. ¿Se dirá algo antes? ¿Se decidirá 'la cátedra' a pedir que se quede como ocurriese, tímidamente eso sí, en Balaídos? Veremos

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