'Pegaso': Dos años sin el central que marcó a Di Stéfano
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'Pegaso': Dos años sin el central que marcó a Di Stéfano (Y 2)
'Pegaso': El carril de la memoria (y 1) Ver Parte 2 CITA: "Me detengo un rato y pregunto a algunos extraños: ¿Es este el lugar que una vez fue llamado 'Memory Lane'? / No sé dónde estoy / Estoy atascado aquí de nuevo en el 'Carril de la Memoria'... Me detengo un rato y pregunto a algunos desconocidos: ¿Es este el lugar que una vez fue llamado 'Carril de la Memoria'?". 'MEMORY LANE'. Van Morrison
"Pegaso era un tío curioso... la primera impresión parecía un tío rudo y desagradable... pero a poco que le tratabas veías que era un gran tío con un corazón muy grande... sabía mucho de futbol...era un futbolista de la vieja escuela... de los que quedan pocos... en resumen, gran futbolista y, bajo ese caparazón, grandísima persona"... aupa, Luis... (mano en puño con el pulgar hacia arriba)... Estaba en mi wasap. Escrito por Rodri, presidente de la peña ARGIKUNTZA. Luego de leerlo, me preguntaba, ¿Cómo es que este hombre sabe que estoy inmerso en la elaboración de un reportaje para honrar la memoria, y glosar la figura, de Francisco Esteban Ahedo, "Pegaso", una de las legendarias glorias del Club Portugalete que (junto a Martin Aroma, que llegó a militar una campaña en el Athletic Club) más lejos llegó, o que más alto voló?
Pegaso, mi caballo alado, teoría mitológica que, a pesar de las razones que en contra de ella serán aportadas, me resisto a que me la quiten de la yema de mi dedo índice, el único del que me sirvo para cliquear en el enrevesado abecedario de mi Ipod, tablet, que sé yo... Si Rodri entonaba con su palabra un himno al central bravo, tenaz y fogoso que ya lo era en sus inicios de juvenil del 'Portu', lo hacía, no más, porque yo le había dejado un recado al mediodía: "Rodri hoy he quedado con Rastrilla pero agradecería comentarios tuyos sobre Pegaso Cosas de él que conozcas"... Asumiendo la curiosidad (y la risa contenida) que despierto en Asís Martín por no utilizar ni puntos ni comas en mi escritura vía wasap, me dispongo a hacer un ejercicio de condensación luego de la riada de información que me ha procurado para este escrito mi 'encuentro-entrevista' con José Manuel Rastrilla, 'directivo de época'; a la antigua usanza, una de las cabezas más lúcidas e inteligentes de las que, aún a la vuelta de la esquina su entrada en el 'Club de los noventa', dispone el rico entramado que es en esencia el Club Portugalete. Encuentro con Rastrilla, sí, y otro, en lunes 19, con Joseba, yerno de Pegaso, una riada de fotografías 'impagables', dos recortes de un periódico de A Coruña, un boletín quincenal del Sestao Sport en el que (a fecha de 7 de abril de 1974), en el apartado "Ellos hicieron historia", se le entrevista al jarrillero Pegaso en calidad de ex futbolista verdinegro.
Joseba, loiturra, si un día 'se arranca', podría contarnos cosas muy jugosas sobre el Lezama que, durante tres años, tan de cerca conoció en calidad de futbolista del equipo juvenil del Athletic. De ello, si, y del choque de trenes que eran en esencia sus marcajes a aquel 'nueve enorme y eterno', Jose Iragorri, surgido al grito de "¡ALIRON!", "¡Todo hierro!", traducción del inglés al castellano del nombre por el cual era conocido el equipo infantil del Athletic cuando las instalaciones de Lezama se empezaron a erigir bajo el mandato de Félix Oraa. Hubo un Loiu-Portu dis-pu-fru-tado en el Txorierri. Nos enfrentamos. Él no se acuerda. Yo no me lo puedo quitar de la cabeza. Y no por la victoria en sí [1-3], sino por la forma tan hermosa de lograrla. Seguro que Pegaso estuvo presente. Pena que no nos pueda escribir la crónica-lacónica de aquel partido. Pero seguro que le encantó. Y es que Pegaso, como nos comenta Rodri al inicio de este documento escrito, "sabía mucho de fútbol"... Obviando el pasado de este 'presente histórico' tan latino y romano, Pegaso "juega" durante tres temporadas en el Deportivo de la Coruña (de 1961 a 1964). La primera y la tercera, en Segunda División; la intermedia, en Primera. Decía José Saramago algo así como que "lo malo de estar bien es que puedes empeorar, y lo bueno de estar mal es que siempre te queda la carta de la mejoría". Pegaso aterrizó en Riazor con el 'Depor' en Segunda, y logró el ascenso. Un solo curso en Primera: tocó descender. Para volver a ascender, de manera fulminante, como si la Segunda División les creara algún tipo de alergia a los muchachos del Deportivo. Futbolista muy querido en Riazor, actuaba de zaguero marcador. Tácticamente, disciplinado, fuerte, poderoso, dominador del juego aéreo, buen desplazamiento de balón. Virtudes que le permitieron compartir vestuario, y el once titular sobre el verde, con auténticos fenómenos como Veloso y Amancio Amaro, dos hombres que marcarían época en el Real Madrid.
"Nací en Portugalete, el 10 de enero de 1938, en el típico barrio de San Roque, siendo el equipo del pueblo donde me calcé por primera vez los borceguíes de futbolista". Palabras de Pegaso en el Boletín quincenal del Sestao Sport, con 'Patxo' como 'director'. Jugador de fútbol hecho a sí mismo con la colaboración necesaria de Martín Aroma, jarrillero que, luego de jugar en el Athletic, se subió al tren en Olabeaga para regresar a la Villa y hacerse cargo del juvenil, al que haría Campeón de Vizcaya en la 1954/55, San Mamés acoge la final, nada se dice del rival en el libro de César Saavedra, ni de los guarismos del marcador. Sí, empero, unas bonitas palabras del abogado portugalujo bajo una fotografía y el pie escrito de la misma... "De la gran clase de juego que practicaba este conjunto juvenil, entrenado por mi buen amigo Martín Aroma, da muestra el que uno de ellos, Pegaso, jugase en la Primera División Nacional, con el Deportivo de la Coruña". Su gran amigo Aroma, elegante en la victoria, chulo hasta para vestir: camisa blanca, corbata, chaqueta, pañuelo asomando del bolsillo de su pechera, txapela, todo un 'gentleman' vasco posando sobre el deterioro de aquellos campos en los que parecía no germinar la semilla de la buena hierba. Curtido en el juvenil. Breve paso por "los mayores". Saltó hasta la Alameda de las Llanas. Tres ejercicios en el Sestao Sport, que militaba en Segunda División. Suficientes para conseguir crear un miedo escénico en el feudo verdinegro, al que los visitantes se acercaban temerosos luego de leer las crónicas en las que se hablaba de un tripleta defensiva tan virtuosa como intimidadora. Yo no los vi jugar (no había nacido), pero las sabias lenguas de mis mayores se refieren a 'Poli-Pegaso-Letamendia' como el trío de la contundencia y el avasalle. En referencia a aquel 'trienio mágico' vivido en el Sestao Sport, Pegaso, en el boletín quincenal anteriormente citado, nos confiesa un par de perlas...
"Dos han sido los delanteros centro que me han hecho "andar de cabeza": Menchaca y Argoitia. Este último me impresionó en Basozelai, siendo sin duda el "ariete" que más "hule" me ha dado en un terreno de juego"... "A cuenta de mi apellido (el exfutbolista del Sestao le da a 'la sin hueso' sin necesidad de que medie pregunta), tengo una cosa muy curiosa que narrar... ... Acudimos a León, y al ser interrogado MANUEL DE NICOLAS por los periodistas, les dio la alineación, indicándoles que de central jugaría ESTEBAN, pues PEGASO se había quedado lesionado en Bilbao. El motivo de esta estratagema de nuestro "mister" se debía a que mi fama de "duro" corría por León con caracteres sensacionalistas y era necesario "suavizar" aquella tensión existente. Pero la diplomática declaración de nuestro entrenador sirvió de muy poco, pues mi presencia en el campo leonés fue reconocida inmediatamente, y entonces los insultos hacia mi persona empezaron a llover cual "pétalos de rosa". Posteriormente fui traspasado al CORUÑA, militando con los gallegos dos años en Segunda y uno en la DIVISIÓN DE HONOR". Pegaso va abandonar la disciplina del equipo que, en la 1957-58, lo encumbró a la Segunda a raíz de aquel debut exitoso, 3-1 frente al GERONA, y ante los ojos de su afición. Ese GIRONA que hoy es "DE PRIMERA"... Pronto cumplirá los 23. El Sevilla lo había tenido en su agenda, pero es el Deportivo de la Coruña, la entidad 'herculina', el que se lleva el gasto al agua: "Gato Pegaso; agua Riazor, y playa, y estadio de un equipo de fútbol que milita en Segunda pero que ansia la Primera como agua de todos los meses en los que hay competición. Se escribió sobre el agua y su bendición. ¿Qué tendría Pegaso, qué? El hombre que tantas veces me elogiara a mí como futbolista, helo ahí, 1961/62, Riazor vive en 'Segunda', titular como central, junto a Aurre y Lariño, defienden a su portero, Pampols; Manin y Dominguez en la medular; aquel contar hasta 5 en la delantera: Valentín, Jaime Blanco, Veloso, Amancio y Gento II.
Recién leído lo encima escrito, uno se avergüenza de haber recibido tantos piropos por parte de Pegaso. Me queda la pena, el tremendo dolor de que, antes de elevarse en vuelo hace dos años, habiéndolo tenido a mi lado tanto tiempo, ya como directivo 'adjunto al primer equipo', ya como hostelero detrás de la barra de su bar (bar 'Pegaso', calle Gipuzkoa, al ladito de Correos), ya regentando su tienda de deportes, ya tuneando por segunda vez su local para volver a ser el bar que siempre había sido, ya socio que fiel acude al rito dominical de La Florida, me queda, en fin, la espina clavada, espinazo, de espinita, nada, de no haberme sentado un día a su lado, los dos solos, sin moscones, sin prisa (mala consejera: ¡siempre!), para que me hablara de aquellos días de gloria, los suyos, los que se fueron volando sin que yo me diera cuenta. Que su memoria me recordara lo que un día había sido, allá, en Riazor, del mismo mar y océano que nos separan, en la otra orilla. Haberle dicho lo mucho que admiraba su exitosa carrera deportiva. Que lo quería, también haberle dicho. Que, desde el día en que lo conocí, su palabra fue para mí siempre la verdad. Tres temporadas en el 'Depor'. Y aunque medio un descenso y el consiguiente 'castigo' purgando la pena en la Segunda División, "¡Pegaso!", se escuchó en Riazor recién consumada la pérdida de la aurífera categoría que tanto esfuerzo les había costado alcanzar, "¡Levántate bravo, no vayas a ser esclavo siendo, como eres, un alma libre!". Y el central se levanto. Se sacudió el polvo de la caída, y empujó a los suyos hasta auparlos a la noble categoría recién perdida. No va más en el 'Depor', Pegaso, no va más. Un trienio en Riazor te tenía prometido el destino. Y entre col y col de dos Segundas, la lechuga de una Primera División, el sueño consumado de todo futbolista que se tenga por audaz, valiente y ambicioso. Ya en ella, brillo en tus ojos, la oportunidad de, como vasco, vizcaíno y portugalujo [en Galicia no sabían que cosa era ser "jarrillero"], poderte enfrentar al Athletic, a tu Athletic Club. Fue una temporada convulsa la 1962-63. Caminando sobre el alambre hasta, con 25 puntos (liga de 2 puntos por victoria), jugarte el play-off de la permanencia frente al Mallorca, y perderlo, descenso de categoría.
Mientras duró lo bueno, sin embargo, mientras te codeabas con el mismísimo Di Stefano, y con Puskas, y con tu amigo Amancio, vivir un RC Deportivo - Atlético (sic) de Bilbao (23 / 12 / 62): 0-1, los puntos vuelan, y un Atlético de Bilbao - RC Deportivo (7 / 4 / 63) : 1 -3, asalto en toda regla a San Mames, La Catedral, 'profanada'. En aquel templo oficiaban normalmente: Cedrún; Orue, Sáez, Etxeberria; Koldo Agirre, Uriarte, Artetxe, Argoitia, Mentxaka y Uribe. Vosotros, como visitantes, alineasteis aquellos futbolistas que salían en los cromos, tú, uno de ellos, Pegaso, "Te lo cambio", Pegaso y diez más: Betancort, Dominguez, Miche, Aurre; Ruiz, Bellon, Veloso; Montalvo, Jaime Blanco y Miguel... Descenso consumado, sí, no sin antes haberle dado el Deportivo sopas con onda al Athletic, y tú, Pegaso, habértelas tenido tiesas con Artetxe, con Uribe, con Uriarte, ante la emocionada mirada de los tuyos, familia, amigos, compañeros de tu 'Club Portugalete'. ¡Lo que habría dado yo por jugar en San Mamés, que a punto estuve! Con el retorno a la Primera División (74 GF; 31 GC: 42 puntos) en aquella liga de dos grupos, Pegaso, creyendo tener los 'deberes' hechos por haber dejado a 'su Depor' en la Primera División, dejó la disciplina del Club blanquiazul para enrolarse en el Ferrol, entonces "del Caudillo". Habría de ser de esta última temporada en el 'DEPOR' (1963-64), de su segundo ascenso en tres ejercicios ligueros, de la que ("fétida vida" es la 'Segunda' para el Club que cree merecerlo todo) Pegaso y su esposa rescatarían el "almíbar de la fruta y los colores de la flor". Efectivamente. Así fue....
El recorte de un diario deportivo de la época, desafiando su papel a la amenaza evidente del envejecimiento y la caducidad, da fe de ello. El folio, en fin, que un día utilizo Saussure como muestra inequívoca de lo indivisible. En una cara, el seguimiento 'uno a uno' de los deportivistas que el día anterior habían cedido en Balaidos frente a su eterno rival, el Celta de Vigo. En la otra, el periódico visita la casa de la familia "Esteban Ahedo, Pegaso", en claro paralelismo con las llamadas "revistas del corazón", esos "ecos de sociedad" que en las peluquerías y las consultas del odontólogo tanto bien hacen para suavizar la espera y mitigar el pavor que la gente le tiene al taladro... Le llega el turno a Pegaso. Su equipo ha salido derrotado (1-0). El cronista del partido, a pie de foto de una imagen en la que el central jarrillero se eleva para 'discutirle' al céltico Viñas la pelota, señala que "PEGASO: el mejor hombre del equipo deportivista ayer en Balaidos", le pone la 'alcachofa' en la boca y el central 'herculino' se autoanaliza de una manera solo atribuible a los futbolistas honestos y ganadores... - "Yo perdí el partido, al ir donde no debía. Allí estaba Domínguez, ¿qué falta hacía yo?. Fui el culpable de la derrota... Aurre, Carlos y Montalvo le interrumpen para pedirle que no diga tonterias, pero Pegaso insiste... - Es la verdad. Perdí yo... Y no hay quien lo apee... En la otra cara de la hoja, la cara más amable, la esposa de Pegaso abre su casa a la prensa. Toda una cara, grandiosa como la de aquel tabloide deportivo, para que el periodista pregunte lo que necesita y la mujer responda lo que crea necesario. De aquel encuentro en la intimidad del hogar del 'astro' deportivista, y de labios de su esposa, escribir que "mi marido es tímido por temperamento. La 'dureza' que se le atribuye en el campo se torna cariño, ternura... y hasta bromas cuando estamos juntos". Una preciosa foto de pareja. EL MATRIMONIO PEGASO reza el pie. Cuando el juega lejos, me pasó la tarde pegada a la radio; me encanta el "Carrusel Deportivo". Es 23 de diciembre. Mañana es Nochebuena, y pasado, Navidad. "Parece que no habrá permiso para ir a Bilbao". Entra en escena Pegaso: "La pasaremos aquí, y vendrán Aurre y Carlos. Aquí ya está Igartua. En fin, todos los "Barbis"... ¿"Barbis"?... Parece descolocándolo el entrevistador... -"Machotes", puntualiza Pegaso. "Es cosa de allí el decir de una cuadrilla de amigos "Aquí venimos los "Barbis".
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi'. Futbolista, periodista, montañero, pero sobre todo escritor: cuentos, relatos, crónicas, artículos radiofónicos, literatura de viajes.