Lo que casi todos firmaban
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Williams llega a la treintena de goles con el Athletic
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Elíge el mejor león del Athletic ante el Espanyol
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"¿Balance? Todos hemos dado un pasito adelante", dice Cuco
No sabemos si, como decía la copla de María de la O, era un castigo de dios, pero al Athletic Club después de despedirse de Europa le tocaba este domingo encima visitar al líder de los récords, el FC Barcelona de Ernesto Valverde con la plantilla bajo mínimos en salud, físico y ánimos.
Por si había alguna duda de la 'apuesta por la paz' Aduriz y Williams se quedaron en la banqueta de inicio, en una tarde cerrada con una derrota -más previsible que la visita del cometa Halley- por (2-0). La apuesta era chupada: ninguna victoria del Athletic en sus 22 últimos partidos en el Camp Nou (4 empates y 18 derrotas). Pero de poder ser goleados se acabó con una derrota digna y sin sangre por parte de los del Txingurri, que levantaron el pie.
La bicicleta del Cuco Ziganda ha cogido casi más relevancia la última semana que aquella 'Espada' de Miguel Indurain con la que su paisano batió el récord mundial de la Hora en Burdeos. El problema es que la bici del de Larrainzar está pinchada y sin cadena, tal es así que a sus chicos ya tan solo se les pide competir y dar la cara, -ya ni siquiera puntuar-, como en la segunda mitad, a la espera de que llegue el Mundial para ver algo de fútbol.
Al menos vemos a uno que irá a Rusia, Kepa, por quedarnos con algo, que sacó varias ocasiones claras apoyado por un postes más maravillosos que las barricas de roble, tres veces pegó el Barça en ellos, en una jornada en la que los 84.000 espectadores salieron pensando que el Athletic del primer tiempo es el peor equipo que ha pasado por allí este año. El de la reanudación, con Iturraspe, ya fue otra cosa, tuvo sangre y cadencia.
"En cualquier momento se va a encender la chispa", decía recientemente el Cuco quien dando igual que luego haya parón de selecciones ya no sorprendía al volver a sacar un once de esos de 'a verlas venir' tipo Wanda o Sánchez Pizjuán. Con las bajas de Yeray y Rico se oscurecía aún más el panorama, entrando Saborit, Unai Núñez, Iñigo Martínez o un Sabin Merino que, por fin, pudo jugar de '9' e hizo, no mucho, pero sí un par de jugadas.
La tarde empezó con lo que bien podía ser un anuncio del partido, una buena parada de Kepa en un libre directo de Messi, enmarcado en una interesante presión alta de los leones que aguantó los 7 minutos que tardó Alcacer en romper las tablas. Eso sí, Jordi Alba le asistió en clarísimo fuera de juego. A partir de ahí, acabado el postureo, vino el diluvio, no de lluvia, sino de llegadas culés, con Messi regateando sombras y Coutinho dándole un par de veces al larguero. Iban a un régimen de un remate cada dos minutos con Arrizabalaga tapando agujeros como un pulpo.
El Barça la gozaba. Fue un milagro que Messi no hiciera el 2-0 hasta el 30', con un zurdazo desde la frontal, donde recibió de forma demasiado sencilla... tal vez nadie avisó en el scouting previo de que es el mejor del mundo. Al enterarse Lekue, desesperado, le dio un buen arreón que le costó la amarilla. Con un ratio de disparos de 11-0, más un nuevo poste de Paulinho (ya iban 3) sin que nadie le tapara, se acababa un primer tiempo que visto lo visto fue otro chollo como lo de Marsella, el 2-0 era milagroso.
A la vuelta hubo un verdadero renacer. Entraba un acertado Ander Iturraspe cuando por fin Lekue pudo hacer el primer tiro del Athletic del partido. Se fue fuera, al igual que un par de contras de Merino, pero ese 'uuyy...' supo hasta bien, por lo menos los leones habían comparecido al campo de juego. Mordían más, de ahí que el Cuco tirara de Williams y Aduriz o Ernesto Valverde de Iniesta. Ahora había partido.
Con esa mejor imagen y un 'aceptable' 2-0 (así estamos) el duelo llegaba a su recta final sin que los bilbaínos lograran el tanto de la honrilla. Seamos sinceros, vistos los primeros 45 minutos se habían aminorado daños, el balance no era tan negativo y se puede encarar el parón sin tener los athleticzales que sentirse unos desgraciados.